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Pablo Montaldo explicó que, la formación en gastronomía se ha incrementado en los últimos años como así también la oferta. “En el instituto en 20 años hemos creado una camada de egresados que están por todo el país y en el exterior también”.

Por otra parte, aseguró que los clientes son cada vez más demandantes y exigentes al momento de evaluar nuevos sabores, productos o formas de cocción.

“La gastronomía es parte del sector turismo porque nunca nadie hace un viaje sin comer y sin probar los sabores del lugar al que va”.

Si bien en el Instituto Gato Dumas se realizan diversos cursos que abarcan desde panadería hasta gerenciamiento gastronómico, Montaldo remarcó que la pastelería es la especialización más elegida entre los estudiantes.

“Lo dulce ha crecido mucho, y el interés por aprender también. Ha aumentado la demanda y la oferta de locales que ofrecen propuestas dulces más originales e innovadoras”.

Asimismo destacó que, más allá del desempeño meramente gastronómico, el servicio brindado por el personal de los establecimientos conllevaba una gran importancia ya que una mala actuación “puede arruinar absolutamente todo”.

“La comida es importante pero el servicio lo es mucho más, desde que la persona entra hasta que se le presenta la cuenta”.

Con respecto a las motivaciones que derivan en el ingreso al instituto, Montaldo explicó que algunas personas quieren hacer de la gastronomía una profesión, y que también están aquellas que ya poseen un emprendimiento y buscan perfeccionarse como otras que simplemente quieren aprender a cocinar para lograr un mejor desempeño en su hogar.

Finalmente, remarcó que en Uruguay no se han desarrollado políticas de estado en conjunto con el sector privado como ha sucedido en otros países latinoamericanos y del resto del mundo.

“De todas maneras el sector privado se ha ido desenvolviendo independientemente del sector público”, concluyó.