El ex dirigente de la Alianza Progresista, Waldemar Bonilla, pasó a filas del Partido Nacional (Lista 23), decepcionado con el sector que integró durante 12 años y fundamentalmente con la actitud del intendente Oscar De los Santos. Bonilla era suplente del hoy diputado Pablo Pérez, y en consecuencia del propio Oscar De los Santos, antes que abandonara la banca para iniciar la lucha por el sillón municipal.
Waldemar Bonilla reconoció que en los últimos dos años prácticamente no ha actuado en política, y que renunció a la Alianza Progresista por múltiples razones. Comentó que las primeras diferencias surgieron a nivel departamental, antes incluso que asumiera el gobierno progresista.
Dijo no estar de acuerdo con el núcleo de funcionarios de confianza elegido por De los Santos, con los anuncios erróneos formulados en cuanto a los costos del temporal de agosto de 2005; con el tema Satenil S.A.; con el tema de los salvavidas, y con el bajo volumen de grandes obras, entre otras diferencias.
Pero yendo a lo estrictamente personal, Waldemar Bonilla dijo, “que me merecía un poco más de atención; no se si no me quisieron más. Yo lo conversé con el intendente de primera nomás, cuando yo le dije que dentro del personal de confianza, había gente con la que no estaba de acuerdo. Me llamó al hotel Clarión para decirme, ‘los integrantes van a ser estos y estos’, y a algunos yo no les conocía ni la cara francamente, después de haber estado actuando 12 años en la Alianza Progresista. A algunos ni siquiera los había visto militando”, y hasta dijo que varios de los que hoy acompañan al máximo jerarca del departamento, en algún momento le dijeron, “hablando claro, que el ‘Flaco’ es un sin vergüenza, así me lo decían”.
Bonilla aclaró que el no pretendía un cargo, sino que al menos lo tuviera en cuenta, porque luego de esa reunión previa a la asunción, “nunca más me llamó ni siquiera por teléfono para ver si estaba vivo; y yo considero que la política es política pero también amistad, porque si yo me jugué por De los Santos, aún en contra de compañeros con los que veníamos trabajando juntos de antes, por lo menos un agradecimiento de llamarme, de tener una reunión juntos para tomar un café, lo podía haber hecho. Parece que dejamos la camisa de tartán que usábamos cuando salíamos a recorrer Maldonado, y la cambiamos por un traje de alpaca”.
Agregó que a nivel de la Lista 738 nunca se analizó el rumbo a seguir tras el triunfo a nivel departamental, o que al menos él no fue tenido en cuenta para una discusión de ese nivel. “La Alianza Progresista está en manos de una sola agrupación, tanto acá como en Montevideo. En este momento está totalmente en manos del CONFA, y el líder es el ministro Rossi”, quien sería capaz de no dejarle el lugar a Rodolfo Nin Novoa frente a la posibilidad de perder el gobierno. “Son ex comunistas, tienen una filosofía y un trabajo que no lo tienen los partidos tradicionales y lo aprendí por dentro, esa es la verdad”.
Dijo que solo una vez fue convocado a ocupar la banca del diputado Pablo Pérez en el Parlamento, pero que a esa altura ya había abandonado el sector; recordó que eso ocurrió cuando asumió Lourdes Ontaneda, quien debió renunciar a su banca en la Junta Departamental.
“Si no me llamaron antes, si no tuvieron conversaciones conmigo, quiere decir que yo no existo, entonces con quien iba a hablar. No tenía interlocutores válidos”, sentenció, al tiempo de ironizar con el hecho de que incluso estuvo enfermo y ningún dirigente aliancista lo llamó siquiera por teléfono.
“Yo voy a la vieja y querida Lista 23, de la cual fue fundador mi padre con el doctor Rivero y toda esa gente, vuelvo otra vez ahí” concluyó
Redactado: R.A.