El vandalismo contra las cercas para restablecer los cordones de dunas en las playas de Maldonado fue el último año 14 veces inferior al que se registraba en 2007, dijo el miembro de la dirección Higiene de la Intendencia de Maldonado, Pablo Núñez, en entrevista con FM Gente.
“Puedo decir que en lo que va del período 2012-2014 hemos tenido sobre las cercas un vandalismo que ronda el 5%, comparado con 2007 que casi sobrepasamos el 70%”, afirmó el experto.
Agregó que para ese logro “hubo un conjunto de acciones o medidas, entre ellos, la difusión de la importancia que realmente tienen estas cercas en la playa”.
Deslizó que además de la difusión de lo que se está haciendo, también jugó un papel central la “penalización de faltas, (y) la fiscalización de Prefectura; todo ha sumado para lograr reducir este tipo de daños a este tipo de estructuras”.
RECUPERANDO DUNAS
Núñez, que ubicó en los ’80 las primeras acciones para protección y recuperación de las playas de Maldonado, dijo que una de las últimas acciones emprendidas “fue la instalación de cercas captoras de arena con la finalidad de ir regenerando los cordones dunares, o cordones primarios de dunas en las zonas de playas”.
Explicó que la finalidad de esta iniciativa es que los cordones de dunas retomen “su rol o su función tanto de protección natural que ejercen sobre la playa, como de reservas de arena a la misma playa”.
“Esa es una de las medidas que se ha implementado que es la colocación de cercas a los efectos de captar aquella arena que sale, el sedimento que sale por acción del mar, se seca y vuela hacia la parte alta de la playa”, prosiguió.
Detalló que “lo que se hace es colocar cercas captoras para retener esa arena e ir conformando y regenerando las dunas frontales; también se planta en determinados espacios y utilizando determinadas especies”.
“No se planta en la parte viva de la playa, sino que se planta por detrás del campo de dunas determinado tipo de especies; se utiliza en algunos casos especies no nativas”, indicó.
Admitió que “podemos discutir si (las especies no nativas) son las más adecuadas o no, pero por su rapidez en el crecimiento, por su alta tolerancia, favorecen la creación de cortinas de viento que protegen el crecimiento de otras especies más vulnerables a la acción del viento, pero que están en un contexto natural o nativo”.
TODO EL AÑO
Núñez reveló que “generalmente tratamos de generar la mayor parte de las acciones a lo largo de todo el año para llegar a la temporada con todas las medidas lo más próximo a la culminación posible”.
“Se procura que una vez que la temporada llega se evite la realización de trabajos que interfieran con la actividad turística plenamente; evaluamos después de la temporada el estado de las estructuras o infraestructuras que se han desarrollado, y retocamos si en algún caso amerita” para la temporada siguiente.
Avanzó que “colocados los cuatro kilómetros de cercas captoras, ahora tenemos como objetivo terminar la colocación de las cercas que restan, fundamentalmente en algunas otras áreas, como puede ser la zona de José Ignacio”.
“Punta del Este está parcialmente terminado, deberíamos iniciar otra serie de acciones como las que se llevó a cabo en Las Delicias, que fue la movilización arena, la contención de la arena libre que había quedado, la colocación de cercas, y la plantación”, sostuvo.
Apuntó que “la zona de Las Delicias que se trató de forma solitaria, entre las paradas 23 y la 20, era muy conflictiva por el mismo diseño de trazado de la ruta”.
“Entre la ruta y la playa los cordones primarios de dunas están ubicados sobre la ruta y son muy pequeños; si bien hubo un crecimiento desde 1974, de la década del ’70 a esta parte, su cercanía al trazado de la rambla las vuelve vulnerables, porque la gente estaciona su auto y cruza a la playa por encima de los cordones”, dijo.
Agregó que “por cada uno de esos cruces se formaba una especie de canal por el cual el viento en el invierno se encargaba de sacar la arena de la playa”.
“Eso se trató de revertir a través de la colocación de cercas para garantizar el freno de esa voladura; otra fue la organización de los accesos a través de la colocación de accesos de madera en zonas determinadas”, expuso.
Expuso que entre las medidas, “otra (fue) la eliminación de esos accesos a través de la plantación de algunas especies vegetales; y, si bien se procuró acercar a la gente al mar brindándoles espacios en una zona pública de amplia belleza, fue la colocación de un tramo, el primero, de un paseo peatonal costero entre las paradas 23 y 22 y media”.
“Un paseo que en realidad su función es actuar de barrera física al ingreso peatonal por cualquier lado”, advirtió.
Núñez ofreció otros detalles de la labor que desarrolla para recuperar dunas y playas, pero dio un dato que toca al bolsillo del contribuyente: con estas acciones se bajó dramáticamente los costos de barrido y limpieza de arena en las ramblas.