Richard Tesore, fundador del centro S.O.S Rescate de Fauna Marina, espera un trasplante de hígado. No descarta que su enfermedad sea consecuencia de los 25 años de trabajo con sustancias tóxicas. Confía en encontrar un donante, pero le preocupa más que su problema de salud ponga en riesgo a la institución que creó y que ya es un ícono ambientalista en Punta Colorada.
No está claro por qué Richard Tesore, que no toma alcohol y lleva una vida de hábitos saludables, sufre ahora una cirrosis grado 4 y necesita un trasplante de hígado. Él cree que es producto de sus años dedicado a la recuperación de animales marinos –la mayoría empetrolados- desde el centro S.O.S Rescate de Fauna Marina, que fundó en Punta Colorada hace 25 años.
“Una de las posibilidades es que el problema hepático se haya generado por absorción a través de la piel. Ahora se encuentran fácilmente guantes hasta los hombros, pero en aquella época limpiábamos los animales empetrolados con guantes de cocina y cuando el animal se movía quedaba la piel impregnada en hidrocarburo y jabón”, recordó este jueves, entrevistado en FM Gente.
Durante el derrame del buque San Jorge, en 1997, Tesore participó en primera fila de las tareas de rescate de animales empetrolados en las costas de José Ignacio. La limpieza y captura de los especímenes se hacía en medio del hidrocarburo, “con evaporación de gastes que afectan, incluso a nivel neurológico”.
“Son riesgos que yo tenía claros y asumidos. Pero, por eso son importantes los protocolos de trabajo para que se cubran estas posibilidades”, advirtió.
En cualquier caso, confía en encontrar pronto un donante. Su mayor preocupación, ahora, es asegurar la continuidad del lugar que creó y que hoy es un emblema del trabajo ambiental en Maldonado y en el país, tanto por las tareas de rescate como por su amplia labor educativa.
Aunque el centro tiene algunos voluntarios, la enfermedad de Tesore le impide hacerse cargo de trabajos de mantenimiento del lugar que antes hacía con sus propias manos. Admite que “es momento” de que la institución dependa menos de él y entiende que es saludable que recurra a otras personas, pero eso exige más dinero.
Por eso, mientras se trata periódicamente en el hospital de Clínicas, Tesore ideó una propuesta que llevará esta misma semana a las gremiales hoteleras y gastronómicas de Punta del Este y Piriápolis. Se le ocurrió que los empresarios pueden ofrecer a los turistas una suerte de paquete que incluya una recorrida por el centro de rescate, pagando una ínfima suma.
“Si los llevaran como un servicio más, acceder a ese dinero permitiría a la institución costear la mano de obra para trabajos de mantenimiento que antes hacía yo mismo”, comentó el activista, a modo de ejemplo. También aspira a la responsabilidad ambiental empresarial y el aporte de alguna firma, sobre todo “vinculado a la actividad educativa”.
“Esto para mí fue una gran satisfacción y lo he disfrutado muchísimo. Ser pionero, cuando no se hablaba de contaminación ni de fauna autóctona marina, cuando el manejo de hidrocarburos derramados era incipiente, tuvo sus riesgos, que yo tenía claros y asumidos”, reconoció.
mr