Después de semanas de intensas movilizaciones, los docentes del Liceo Nº1 de San Carlos lograron que el Consejo de Enseñanza Secundaria separe del cargo a la directora que denunciaron por múltiples irregularidades. Mientras transcurre el sumario sobre la jerarca, los profesores buscarán recomponer las fracturadas relaciones dentro de la institución.
Rosita Navarro, denunciada ante el CES por abuso de funciones y acoso laboral entre otras múltiples presuntas irregularidades, debió dejar su cargo ayer martes mientras es sometida a una investigación por las graves acusaciones en su contra.
Los profesores sindicalizados y respaldados por Fenapes tomaron la medida como un acto de Justicia y se preparan ahora para una nueva etapa dentro de la institución, ahora comandada por la ex subdirectora Ana Noria.
Damián Mozzo, vocero de los profesores, precisó en FM Gente que no se trata de una destitución o de que la directora haya sido expulsada de Secundaria, sino del inicio de un sumario que llevará su tiempo.
Entretanto, se espera que este miércoles se designe un subdirector, en lugar de la ascendida Noria. Para la elección se tendrá en cuenta el puntaje y la antigüedad de los docentes que quieran postularse al cargo, indicó.
Mozzo dijo que están abiertos al diálogo con la nueva jerarca y que esperan “un cambio al romper el círculo del miedo impuesto por Navarro”. Agregó que hubo momentos en que todos sospechaban de todos sin saber cuándo iban a ser denunciados por un compañero o cuándo serían perseguidos por la mujer.
“Trabajábamos bajo la égida de una persona a la que denunciamos por acoso, maltrato e irregularidades administrativas. Era una situación realmente muy incómoda, difícil y comprometida”, recordó Mozzo.
Recomponer las relaciones humanas en un liceo con su cuerpo docente fracturado, dividido entre quienes apoyaban y quienes no a la directora (hubo quienes llegaron a firmar cartas de apoyo a la jerarca), será el siguiente paso de la inspección regional de institutos y liceos.
El alejamiento de Navarro “va a generar un oxígeno, va a generar un ambiente nuevo entre los propios compañeros, dará otros horizontes para poder trabajar”.
“Tenemos que recomponer las relaciones con nuestros compañeros. Nunca hablamos de ellos sino en contra de la gestión que actuaba de manera nefasta en el liceo, generando políticas muy similares a las de la última dictadura en Uruguay”, concluyó.
mr