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Pancho Dotto no da tregua en la guerra que inició contra los organizadores de fiestas en La Fontana, la chacra cercana a José Ignacio que alquiló junto a sus modelos durante más de una década. La semana pasada se entrevistó personalmente con los ediles de la Junta de San Carlos para pedirles que prohibieran una fiesta de Fin de Año en el lugar, argumentando motivos de seguridad. La respuesta fue negativa: el órgano carolino carece de potestades para impedir fiestas privadas y sólo se limita a controlar que los decibeles están dentro de lo permitido, le explicaron los ediles.

Así que la fiesta se realizó, pero la lucha de Dotto continúa. “Hice una denuncia vía Internet a la DGI con respecto a la gente de La Fontana, a Carlitos Stajano, que lo quiero mucho pero está haciendo macana desde hace tres años. (…) La fiesta costaba U$ 1.000 dólares con una botella de champagne que seguramente es de canje. O sea que los tipos ganan toda esa plata y no pagan un solo impuesto, y fueron más de 7.000 personas”, dijo el manager, entrevistado por Miguel Ángel Solís en el programa Mira quién habla, de FM Gente.

“Contra esa fiesta yo tengo mucha bronca, porque no es equitativo para aquel señor que en Maldonado, San Carlos o Colonia tiene un kiosquito y no le va a alcanzar la vida para juntar esa plata ni para facturarla. Lo mismo le pasa a un montón de negocios que están en La Barra, que obviamente la DGI va a controlarlos para ver si pagan o no pagan y a veces lo cierran. Me parece que es injusto”, añadió Dotto, a cuyo juicio no se trata de una fiesta privada sino de un negocio: “En internet estaba el precio (de las entradas).”

PANCHO INVESTIGADOR

En seguida Dotto mencionó un informe del diario argentino La Nación, en la que se hacía referencia a esta fiesta “espectacular” cuando en realidad él había explicado a la corresponsal autora de la nota los pormenores de la situación. “Lamentablemente, tendrá que pasar la temporada y tendremos que ver qué personas están detrás de esto, porque es un atropello a todo el mundo”, advirtió.

Aunque días atrás argumentó que la fiesta podía ocasionar graves problemas y daños, sobre todo en el tránsito, Dotto admitió ahora que “no pasó nada, salvo esta historia que tiene que ver con el fisco y con la locura que se arma en la ruta”.

Por otra parte Dotto, que prepara su desfile estival en Punta del Este para el próximo 9 de enero, comentó que algunas modelos se quejaron por los precios del principal balneario uruguayo. Si bien el manager estuvo de acuerdo con esta apreciación, aseguró que “está bien” que Punta del Este sea cara porque “es única” y lo vale.

El argentino se definió como un “enamorado” de Punta del Este, elogió la belleza única del lugar, la actitud de los uruguayos, las ganas de invertir de los extranjeros y la calidad de los servicios. “Debemos hacer que todo el turista que venga por primera vez, vuelva. Porque esto va de boca en boca, Punta del Este llega a las revistas más top y sofisticadas del mundo, así que es bueno que la gente encuentre lo que vino a buscar: paz, armonía, seguridad y mujeres lindas”, concluyó.