En el edificio comunal de Maldonado se realizó una actividad para concientizar sobre la importancia de que todos sepamos RCP (reanimación cardiopulmonar).
“La gente se salva cuando el testigo presencial sabe qué hacer”, dijo Marcelo Cabrera, sub director de la Red de Atención Primaria (RAP) de Maldonado. Y brindó cifras contundentes: “6 o 7 de cada 10 personas que sufren un paro cardíaco se salvan y vuelven a la vida sin secuelas con RCP y un desfibrilador”.
La causa de muerte más importante en nuestro país son las enfermedades cardiovasculares. Se estima que, a su vez, la mitad de ellas es por muerte súbita cardíaca. Es decir, entre 3000 y 4000 personas al año mueren por esta causa (10, 12 por día).
El diagnóstico de una muerte súbita, explicó el doctor Cabrera, es colapso brusco, inesperado, repentino de una persona que estaba aparentemente bien y deja de respirar.
“Cuando nadie hace nada la persona fallece. Cuando el testigo reconoce la muerte súbita llama a emergencias, le empieza a hacer compresiones torácicas, masajes cardíacos, y activa la cadena de supervivencia. Empieza a hacer lo que no estaba haciendo el corazón: bombeando sangre”, explicó Cabrera.
“De esa manera las chances de que la persona se salve se duplican y triplican. Cuando se consigue un desfibrilador la supervivencia puede llegar a un 70 %. Seis o siete de cada diez personas que sufren un paro cardíaco se salvan y vuelven a la vida sin secuelas”, expresó el doctor.
Por su parte, Carlos Curbelo quien es instructor de RCP, habló sobre la diferencia que cualquier persona puede hacer en la vida de otra al saber reanimación cardiopulmonar.
“Hace unos pocos años atrás la gente se moría porque la ambulancia no llegaba a tiempo. Estadísticamente demoran 10 minutos en llegar y son justamente esos 10 minutos cuando una persona tiene que hacer algo”.
“Si se hace algo, se actúa rápido, vamos a tener más probabilidades de sobrevivir”, dijo Curbelo.