En una sentencia redactada por el Ministro Dr. Alberto Reyes Oehninger, el Tribunal de Apelaciones hizo lugar al recurso presentado por la defensa de Rafael Arcángel Álvarez Olmedo (76) que había sido formalizado, el 25 de septiembre, por la presunta comisión de un delito de homicidio especialmente agravado. Como medida cautelar se había ordenado que cumpliera prisión preventiva por 120 días, pero, tras la decisión del tribunal, Álvarez ya fue trasladado a su domicilio en Paysandú donde, por el mismo plazo, tiene que guardar arresto domiciliario total.
En la audiencia de formalización de la investigación, la jueza Andrea Camaño hizo lugar a la prisión preventiva del imputado, durante 120 días. La fiscalía, representada por las Dras. Mariela Núñez y Pamela Meirelles, habían planteado que por el delito imputado (homicidio especialmente agravado) el Código establecía que no podían solicitar otra medida cautelar. No obstante, Núñez expuso que, si la jueza ordenaba en otro sentido, la fiscalía no iba a plantear objeciones.
La defensa interpuso reposición y apelación, fundado en razones de salud y humanidad, teniendo en cuenta que las personas de la edad de Álvarez cumplen parcialmente y pueden incluso cumplir una prisión domiciliaria total. También la defensora expuso que se podía disponer el cierre de fronteras, o sea que había medidas alternativas que no impedirían que los requisitos por los cuales se dictó la prisión preventiva se frustraran.
Teniendo en cuenta los argumentos tanto de defensa como de fiscalía, el Tribunal de Apelaciones, resolvió revocar la decisión de medida cautelar de prisión preventiva y disponer la prisión domiciliaria del imputado por el mismo plazo (120 días), la que será monitoreada con dispositivo electrónico, o vigilancia de OSLA o autoridad administrativa.
LOS HECHOS
El 22 de setiembre, aproximadamente a la hora 15:30, se recibió un llamado telefónico en la Seccional de Garzón por parte del Alcalde del Municipio de Garzón poniendo en conocimiento de un fallecido que se trataría de un vecino conocido de la zona Daniel Lalinde, información que le había dado un vecino de un establecimiento.
Ante esto, se derivó un móvil policial al campo de Lalinde y una vez que los efectivos arribaron se entrevistan con un testigo quien les indicó el camino a seguir para ingresar al lugar; en una pradera a mano izquierda del camino yacía el cuerpo de la víctima, habiendo llegado minutos antes la pareja de la víctima acompañada por otro testigo.
Asimismo, se hizo presente en el lugar personal de Investigaciones de San Carlos, en apoyo a los efectivos ya abocado en la escena de los hechos; luego arribó personal de Policía Científica, funcionarios de Zona Operacional IV de Homicidios de Maldonado, la Dra. Pamela Meirelles en representación de fiscalía, y finalmente personal de Empresa Abatte quienes trasladaron el cuerpo a la morgue.
La policía se entrevistó con la pareja de la víctima quien manifestó que vio a Lalinde en la mañana, antes de irse a trabajar, cuando él realizaba tareas con un empleado. También se le tomó declaración al empleado, que manifestó que cuando trabajaban en el campo vió ingresar un vehículo, color beige con vidrios oscuros, sin valija, y le avisó a Lalinde.
Éste dijo que no reconocía el vehículo y le dijo al joven que siguiera trabajando mientras él iba a recibir a quienes llegaban. Lalinde se acercó al camino y el joven continuó las tareas.
El muchacho declaró, además, que escuchó que el vehículo apagó el motor, que alguien bajó “un poco” la ventana y en ese momento escuchó un disparo de arma de fuego y luego un segundo disparo. Fue entonces que vio que la víctima se agarraba el pecho, por lo que se asustó y corrió a esconderse.
Realizada la investigación del caso, con relevamiento de las cámaras de CCU, levantamiento de indicios de la escena del crimen y declaración de testigos, se logró identificar el vehículo implicado en los hechos: un auto Chevrolet Wagon color beige, matricula HAN 709 al que se le siguió la trayectoria hasta Paysandú.
El viernes 24, sobre las 16 horas, la policía llegó hasta un taller mecánico que oficiaba a su vez como cocheras. El dueño del taller, consultado sobre el vehículo en cuestión, explicó que estaba en la zona de cocheras y que el dueño era un vecino de la zona. Aportó la dirección y el nombre de Rafael Arcángel Álvarez Olmedo.
La policía llegó hasta las viviendas del BPS, domicilio de Älvarez y lo derivó a la base de homicidios de Paysandú. Allí, admitió su participación en la muerte de Lalinde. Más tarde fue trasladado a Maldonado, llevado a fiscalía y las actuaciones culminaron en la sede penal, el sábado 25, adonde fue formalizado.