La contención de las personas afectadas por los cataclismos climáticos es soportada en el 80% de los casos por familiares y vecinos de los damnificados y el 20% por el entramado de la organización oficial. La afirmación la hizo Pedro Ferradás a FM Gente, al llegar a Maldonado para participar en dos instancias de intercambio de información con autoridades, instituciones y vecinos.
“Un estudio que se hizo recientemente evidenció que las instituciones de asistencia-emergencia en caso de grandes desastres, atiende un máximo del 20% de la población afectada, el 80% restante depende de la solidaridad entre las familias, los vecinos y las organizaciones” civiles, dijo Ferradás.
Puso el ejemplo de Cuba, donde medio millón de personas deben ser evacuadas cada vez que se aproxima un desastre climático de magnitud y explicó que “estas personas no van a los campamentos, porque no hay tantos campamentos para medio millón de personas”.
“Casi el 80% es ubicada en casas de vecinos que están en zonas seguras o en lugares como las escuelas también, que eventualmente sirven de refugio”, aseguró.
Y comentó: “Lo que hace eficaz ese tipo de sistema es la organización, el conocimiento de dónde están las zonas seguras y las zonas menos seguras y la solidaridad entre la gente, entre las familias, entre los vecinos”.
Ferradás es sociólogo y gerente del programa de Gestión de Riesgo y Adaptación al Cambio Climático para América latina de la Organización de Naciones Unidas. Asesora a la municipalidad de Lima, Perú.
GESTIÓN DE RIESGOS
Ferradás expuso en la Casa de la Cultura de Piriápolis, donde recogió insumos para un informe entre la comunidad civil y dictó una conferencia, que “hoy el tema ya no se trata como desastre solamente, sino que se habla de gestión de riesgos”.
“En esa idea de gestión de riesgo, lo esencial no es solamente ver las causas, sino también mirar, reconocer que frente a los riesgos, es decir, la probabilidad de ocurrir un desastre, tenemos la necesidad de actuar no solamente las autoridades, y las instituciones de atención de emergencia, sino la población, la comunidad en general”, expuso.
Añadió que “ello ya se ha aceptado por Naciones Unidas, se ha venido trabajando durante muchos años; en los años ’90 fue el decenio internacional para la producción de riesgos de desastres a nivel mundial; y desde el año 2000 al 2015 estamos hablando de una estrategia internacional de reducción de desastres en Naciones Unidas”.
“Tiene una serie de instrumentos que se llama el marco de acción de Hyogo”, que establece un protocolo de actuación frente a las catástrofes climáticas.
Explicó que “el marco de acción de Hyogo son acuerdos que han tomado todos los países del mundo para reducir los riesgos de desastres; este marco de acción de Hyogo está referido a cinco grandes temas”.
“Los centrales tienen que ver con el conocimiento en los riesgos, otro tiene que ver con el tema de las causas subyacentes que están en la sociedad y que generan condiciones de riesgo”, reveló.
Indicó que entre esas condiciones de riesgo se cuentan “las malas construcciones, los malos hábitos, y otros, (que) tienen que ver con la preparación y respuesta en emergencias como las que se han vivido; y tienen que ver con la educación”.
EL DERECHO DE LOS ESCÉPTICOS
Ferradás indicó que hasta los últimos años “cada país presenta(ba) el punto de vista de las autoridades nacionales, y un grupo de organizaciones e instituciones nos preguntamos si ese punto de vista refleja la perspectiva local, la perspectiva de las comunidades, y las perspectivas locales en el país, o solamente está expresando el punto de vista de las autoridades nacionales”.
“Obviamente en algunos países sí se ha recogido la perspectiva local, pero lamentablemente en la mayoría no, en la mayoría se da informes de varios años sobre lo que realmente se está haciendo pero no si esto llegaba a la gente”, exteriorizó.
Apuntó que “un grupo de gente nos empezamos a reunir y a ver si había muchas nubes y pocas lluvias: íbamos a grandes eventos donde se habla de las políticas, de lo que se va a ayudar supuestamente a la gente, pero es poco lo que está llegando realmente a la gente”.
“A partir de eso empezamos a organizarnos, empezamos a siete u ocho países, y hoy día estamos en más de 40 países en el mundo; son redes, organizaciones de sociedad civil donde nos hemos planteado tener una visión de primera línea”, para presentarla a Naciones Unidas y los gobiernos nacionales como recomendaciones, aseveró.
Esto es lo que ha estado haciendo Ferradás en Maldonado en los últimos días, recogiendo la visión de la sociedad sobre los efectos de los grandes eventos climáticos, sus consecuencias sobre la vida de las personas y la mejor forma de enfrentarlo.
z.l.
Producción: Princesa Arévalo