Empresarios de la construcción y del sector inmobiliario, así como dirigentes de los partidos políticos de la oposición, pidieron al gobierno que esté preparado ante las medidas económicas tomadas por Argentina y las críticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo, Luis Borsari, dijo esta mañana en FM Gente que hay que “estar prevenidos”.
Borsari, uno de los expositores durante la reunión organizada por la Asociación de Promotores Privados de la Construcción, manifestó la necesidad de que empresarios y partidos políticos de la oposición se unan para enfrentar estas situaciones. “El Uruguay tiene que abroquelarse, que el gobierno sienta que en esto hay una unidad absoluta, para coordinar una política de Estado hacia el exterior”, opinó.
Además, manifestó su preocupación por el enlentecimiento del flujo de inversiones en Punta del Este. Entiende que éstas pueden verse afectadas por los criterios de la “imperialista” OCDE para ubicar a Uruguay en su ranking.
De hecho, el secretario de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción, Aníbal Durán, dijo a El País que inversores argentinos decidieron “congelar” el inicio de obras en dos torres de Punta del Este, al tiempo que se han “frenado” varias ventas en el balneario.
Borsari, sin embargo, enfatizó en la necesidad de una política exterior “abroquelada” y consideró, además, que el respaldo ofrecido por el presidente mexicano Felipe Calderón al gobierno uruguayo “acolchona muchísimo” la preocupación de los empresarios.
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Por otra parte, el dirigente entiende que durante la temporada no mermará el ingreso de turistas argentinos, aunque recordó que sus costos se encarecieron un 20% a raíz de las trabas que el gobierno argentino impuso para la compra de dólares en el vecino país.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo interpreta que esas medidas están generando un efecto contrario al esperado. “Cristina Fernández debe estar íntimamente arrepentida de lo que hizo, porque generó una corrida de dólares hacia el exterior de la Argentina que da miedo. Pero ese es un problema de ellos, el nuestro es lograr la llegada de la cantidad de argentinos que teníamos prevista. Tendrán el cinturón un poco más apretado pero van a venir igual”, vaticinó.