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Salaberry reafirmó la validez de la encuesta de opinión pública como “instrumento científico para medir cuestiones que hacen al departamento y a la gestión” y recordó que la consultora fue seleccionada por licitación, continuando el trabajo que Factum había realizado en la primera administración frenteamplista por el mismo sistema.

Respecto a la percepción de la población sobre el desempleo, como el segundo problema del departamento, detrás de la inseguridad y la delincuencia, resaltó que son índices “preocupantes” y se “observan con atención” aunque el gobierno departamental no tiene incidencia directa sobre ellos.

Recordó que la encuesta de 2012 presentaba “números más desmejorados que los actuales” y que entonces el intendente Óscar De los Santos resolvió ajustar la inversión para revertir la situación. A modo de ejemplo, remarcó que se reajustó la inversión en tránsito y que eso está dando resultados, aunque la población no lo perciba. Para el gobierno, las intervenciones urbanas en las esquinas y la instalación de semáforos, permitieron abatir la tasa de siniestralidad el año pasado y aún está pendiente la puesta en funcionamiento de radares y cámaras ya instalados.

Los resultados poco favorables sobre la gestión en Turismo, son analizados como producto del momento en que se realizó la encuesta. “En diciembre había un pesimismo muy grande respecto a la temporada. Creemos que si hiciéramos una encuesta hoy capaz que esos números cambiaban. Fue de los peores momentos en cuanto a estado de ánimo respecto a la temporada, cuando se decía que iba a ser un fracaso”, remarcó Salaberry.

Por otra parte, el hecho de que el 56% de la población no haya opinado o no tenga información sobre las políticas sociales desplegadas por los gobiernos frenteamplistas es otro factor llamativo para el gobierno. Sin embargo, el secretario general consideró que es un área “intangible” frente a otros aspectos de gestión más visibles, como el estado de las calles, las obras o la recolección de basura.

La aprobación a la gestión de la intendenta Susana Hernández, de 39%, es un dato que satisface a la administración en tanto refleja “la fortaleza institucional” de la Intendencia de Maldonado. Salaberry recordó que en otros departamentos el cambio de mando dentro de un mismo gobierno generó dificultades, mientras en Maldonado la comuna “siguió funcionando como si no hubiera pasado nada”. A su juicio, esto está vinculado con “las características personales” de la jerarca y “su facilidad de comunicación con la población” pero también con el respaldo que le dio el gabinete y la continuidad que se dio a la gestión de Óscar De los Santos.

Finalmente, Salaberry insistió en que esta última encuesta “es un insumo para la transición y para el gobierno entrante” y no para cambiar el rumbo en los últimos meses de gestión, “porque no hay ni margen económico ni margen de tiempo”.


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