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Pérez explicó que se mantendrá el programa escolar pero cambiará el modelo, es decir “la estructura horaria y la forma de desarrollar el proceso de enseñanza”.

Los alumnos estarán siete horas y media en la escuela con el objetivo de “mejorar la calidad educativa” e incorporar “nuevos actores en la propuesta de la escuela”. Además de los maestros, habrá profesores de Educación Física, profesores de Inglés y de áreas artísticas, adelantó.

La inspectora explicó que la Escuela Nº 5 de Punta del Este fue seleccionada para aplicar inicialmente el proyecto porque “es la que se visualiza con mayores posibilidades edilicias”.

Agregó que la matrícula de la escuela disminuyó en el turno de la mañana y, por esa causa, el centro también perdió maestros y grupos. “Tiene un número suficiente de niños como para poder estar todo el horario y un edificio que puede albergarlos todo el día.”

A diferencia de las escuelas de tiempo completo, que tienen partidas específicas, en este caso los costos que genere la aplicación del proyecto serán asumidos por el Consejo de Educación Inicial y Primaria. “Habría que hacerle muy pocas modificaciones, por lo cual la apuesta del CEIP será en el pago de salario de docentes y personal necesario”, precisó.

Pérez también destacó que, para desarrollar esta iniciativa, es necesario tener el apoyo mayoritario de los padres. Eso ocurrió en Punta del Este pero no en otra de la Escuela Nº 44 de la Villa Militar, donde también se pensaba instrumentar este sistema.

“ENGAÑADOS” Y DESCONTENTOS

No obstante, un grupo de padres de alumnos de la Escuela Nº5 envió a FM Gente un correo electrónico en el que manifiestan su descontento por esta iniciativa y afirman que fueron “engañados” cuando se les consultó sobre el tema mediante una encuesta “tendenciosa” de sobre cuyos fines no fueron informados. Por eso, comenzaron a juntar firmas en contra del proyecto.

La misiva advierte sobre la gestación de “un cambio radical” en el centro educativo que afectaría la “identidad y el sentido de pertenencia” a la península porque muchos padres sacarán a sus chicos de la escuela y en su lugar llegarán “niños de barrios lejanos”.

“Este régimen está pensado para escuelas de otros contextos, pero pretende aplicarse aquí erróneamente”, advirtió la agrupación. Estos padres están convencidos de que todo responde a una maniobra “silenciosa” de algunas autoridades que “tienen prejuicios contra los habitantes de Punta del Este, y consideran que todos debemos mandar nuestros hijos a colegios privados”.

La agrupación consideró que “no es cierto” el argumento de que la escuela pierde matrícula porque compite con colegios privados. “En realidad padres y niños se alejan de la escuela por la gestión de los íltimos años, y es esto lo que hay que revertir. Somos muchos los que, pudiendo pagar un colegio, todavía apostamos y defendemos la escuela pública y sus valores”, enfatizó el grupo.

JUNTAN FIRMAS

Los padres sostienen que votaron “engañados” por el nuevo sistema, mediante una encuesta en una hoja “informal y anónima” en la que no se mencionaba, ni aclaraba ningún detalle sobre el tiempo extendido.

De esto se enteraron tras reunirse, días atrás, con autoridades de Primaria. Todavía tienen la esperanza de que los cambios no se implementen o que, por lo menos, se ajusten a las necesidades de las familias.

Sostienen, asimismo, que no tienen “garantías sobre la calidad de la alimentación, la formación de los talleristas, el estado de los baños”, etcétera. Por eso reclamaron información detallada sobre el cambio y que se les dé tiempo para pensar y volver a definir postura en una asamblea de padres.

Para esto, lanzaron una campaña de firmas, que serán recogidas a quienes compartan esta inquietud comunicándose al correo electrónico [email protected] o enviando un mensaje de texto al celular 099 420 999.

(foto: Escuela Nº 5 / panoramio.com)