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La afirmación de Acuña forma parte de una compleja situación que la Intendencia de Maldonado comenzó a enfrentar el lunes de noche, al recibir a los pescadores regulares de los puertos de Punta del Este y La Paloma. Balbis admitió que una de las quejas de los pescadores de Maldonado es que no pueden competir en precios con el panga, un pez que proviene de Asia, especialmente de Camboya, China, Malasia, y Tailandia, y que se convirtió en una verdadera invasión en todos los mercados del mundo.

Acuña afirmó que el panga llega a la venta en Uruguay a 80 pesos el kilo, en tanto que la brótola que se pesca en Maldonado tiene un precio al consumidor de 150 pesos. “Los pescadores de Maldonado no tendrán que bajar (el precio de la brótola) a 80 pesos, pero sí es posible que lo hagan a 100 o 120 pesos”, dijo. Afirmó que para ello es necesario enfrentar múltiples causas que conforman los precios actuales.

“Se sabe que en este departamento (Maldonado) pagamos costos muy altos durante todo el año”, los que inciden en el precio final de los productos y servicios, explicó el edil oficialista. Agregó que hay muchas formas de aproximarse a soluciones para ello, pero informó que el lunes de noche se decidió instalar un consejo que sea integrado de forma amplia por los interesados, los pescadores, representantes de todas las fuerzas políticas, pero también por delegados del BPS, de Ancap, del ministerio de Desarrollo Social, Mides.

Acuña mencionó el caso de un pescador que tiene una embarcación botada por primera vez en la década de 1960, pero que su actual propietario, un pescador de Punta del Este, lo tiene hace dos años. “El BPS le exige (a este pescador) que pague aportes atrasados desde entonces”, la década de los ’60, “pero el pescador hace dos años que tiene la embarcación y no puede pagar lo que se le exige para regularizar su situación”. Explicó que la regularización con el BPS abriría al pescador el acceso a un marco de seguridades que hoy no tiene, como cobertura de salud, seguro de desempleo para épocas particularmente difíciles, y hasta canastas de alimentos del Mides.
Afirmó que con Ancap existe un convenio que permite descontar hasta un 30% del combustible que les vende esa empresa estatal a los pescadores, pero los de Punta del Este no pueden acceder a ese beneficio porque no está regularizada su situación laboral. Manifestó que los mismos trabajadores están planteando a las autoridades la voluntad de regularizar su situación como trabajadores independientes, pero que no lo pueden hacer por las trabas que encuentran desde el mismo Estado para poder hacerlo.

Uruguay consume siete kilos de pescado por año y por habitante, contra dos kilos de carne vacuna por habitante por semana, dijo el edil oficialista. Implícitamente indicó que se está buscando los mecanismos para revertir esta realidad. En este marco expuso que el impacto distorsivo que tiene el panga en el mercado uruguayo, también lo enfrentan los demás países de la región, en particular, los socios del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, y los andinos Chile y Bolivia como asociados.

Acuña dijo que los pescadores de Punta del Este sugirieron en la reunión del lunes que el Mercosur analice aumentar los aranceles (impuestos) que paga el panga para ingresar en los mercados del bloque. Afirmó que era una propuesta a ser considerada por las autoridades nacionales para plantearla en el bloque.

El director nacional de Recursos Acuáticos, Dinara, Daniel Girardoni, participó de la reunión donde los pescadores expusieron sus dificultades y puntos de vista. Acuña dijo que la decisión de poner en marcha un consejo amplio, va en la dirección de las autoridades de que los pescadores participen de la toma de decisiones sobre el tema de la pesca. Sostuvo que los delegados de los pescadores que participaron de la reunión transmitirán sus impresiones a sus pares, y ellos decidirán si quieren seguir por el camino propuesto por las autoridades.