Su último homenaje fue en 2024, cuando se celebró su centenario en un acto en el aeropuerto de Melilla.
Mirta Vanni, la primera mujer piloto profesional de Uruguay, falleció el pasado sábado a los 101 años. Su nombre quedará grabado en la historia como un símbolo de perseverancia y valentía en la aviación, un sector al que accedió en 1941, cuando la presencia femenina en este campo era casi inexistente.
Vanni nació en Carmelo el 3 de enero de 1924 y, desde joven, mostró un claro interés por la aviación. A los 19 años, obtuvo su brevet profesional, pero la discriminación de la época se hizo presente cuando, al intentar ingresar a la aerolínea PLUNA, se le negó el puesto. "El que seleccionaba a los aspirantes era un americano y me dijo ‘mujeres acá no quiero’", recordó en una entrevista. No obstante, Vanni encontró su oportunidad en el sector agrícola, cuando el estado adquirió aviones para fumigar contra una plaga de langostas. "Me presenté al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y entré como piloto", explicó.
A lo largo de su carrera, Vanni acumuló más de 7.000 horas de vuelo y se destacó no solo como piloto, sino también como mecánica e instructora. Su labor incluyó misiones internacionales, entre ellas, el traslado de aviones desde Estados Unidos y la asistencia en las inundaciones de 1959.
En 1995, realizó un vuelo histórico en un avión de combate Cessna A-37B Dragonfly. Su último homenaje fue en 2024, cuando se celebró su centenario en un acto en el aeropuerto de Melilla.
"Era un mundo solo para hombres, pero mi determinación me permitió abrir puertas para otras mujeres", expresó en varias ocasiones. La Fuerza Aérea Uruguaya, al anunciar su fallecimiento, resaltó el impacto de su legado: "Su ejemplo seguirá siendo una fuente de inspiración para futuras generaciones de aviadores".