Sigue creciendo el bullying en Uruguay y es necesario romper el silencio para un abordaje cotidiano y en estado de alerta, ante una forma de violencia donde el hostigador cuenta con cómplices. Hay que dejar de barrer debajo de la alfombra e ir por políticas de prevención en los centros de estudios.
Desde el año 2020 la Unesco estableció que el primer jueves de noviembre sea el día internacional del Bullying, de forma que en el corriente 2022 será el próximo 3 de ese mes, según informó en entrevista en FM GENTE la licenciada en psicología, Silvana Giachero, una especialista de Uruguay sobre el tema.
Indicó, que es necesario ir a un protocolo de prevención único adaptado a cada centro de estudios como forma de evitar violencia y ulteriores dificultades en los ciudadanos de nuestro país.
Vale destacar que un grupo de organizaciones no gubernamentales lo celebraban los días 2 de mayo pero esa fecha se modificó, indicó. Afirmó, que se trabaja durante todo el año para darle visibilidad al delicado tema que daña a niños y jóvenes.
Giachero instaló el asunto y lo monitorea desde hace doce años tanto el mobbing como el bullying con un recordado congreso internacional en el año 2013, siendo el punto de partida de una medición que se realiza cada dos años.
Afirmó, que hay más bullying: “hace tres años atrás con dos casos cada diez y en la actualidad hay tres cada diez, debido a una falta de política de prevención”. “Recién el año pasado algunos centros de estudios empezaron el abordaje del tema con política de prevención”, señaló.
Sostuvo, que esa forma de violencia no se combate una charla o un taller, se lo hace mediante un trabajo diario y se problematice esas situaciones para que los niños la identifiquen y no se sumen.
Afirmó, que “el bullying existe porque hay cómplices; si éstos no se alían con el hostigador, dándole poder y haciéndole los mandados, no habría tal violencia”.
Señaló, que “hay un chico que dispara esa dinámica, ya sea porque hay otro que se convierte en una amenaza para él o por envidia, y lo que va a hacer es buscar el talón de Aquiles de ese niño que va a depender del contexto”.
No hay dudas para la especialista que el bullying no se determina por la víctima sino por el hostigador. Manifestó, que el disparador de esa forma de violencia no es la discriminación, sino que el “buliador” utilizará la vulnerabilidad de ese niño para ponerlo en el centro de la mesa y burlarse de él.
Al mismo tiempo lograr “el efecto” mimético de los otros, es decir, concretar que los demás se unan, convenciendo que la víctima se lo merece y de esa manera no sentir culpa. “Se trata de una dinámica perversa de abuso emocional sistemática y repetitiva en el tiempo en los centros de estudios entre pares”, dijo.
BARRIENDO DEBAJO DE LA ALFOMBRA
Giachero, sostuvo que en Uruguay se ha barrido debajo de la alfombra. “No se le ha permitido divulgar y hablar sobre el tema, mucho menos entrenar y dar herramientas, recién se está empezando en algunos centros de estudios”, dijo.
Indicó, que está elaborando un manual de prevención de esta forma invisible de violencia a los efectos de trabajar día a día. “Lo primero es romper el pacto de silencio y negación, de forma que es necesario hablar sobre el tema”, indicó.
Después, sigue un trabajo según edades en los respectivos centros de estudios y donde se logre que la familia se involucre.
Subrayó que el hostigador realiza esa forma conocida como bullying ya sea por envidia, celos o secretos a proteger. No hay dudas que la víctima no es débil, lo es quien acosa. “Necesita de un grupo para que lo ayuden a dañar a otro chico”, dijo.
Sostuvo, que cuando la víctima denuncia, se queja y deja en evidencia lo que está pasando, ya tiene las secuelas de este daño. Precisamente, los daños que deja esta forma de violencia serán utilizadas en contra de quien sufre el bullying, de manera que hay una naturalización de la violencia psicológica.
Suele pasar que se cierra filas en contra de la víctima y es bueno preguntar por los padres: ¿está bien lo que le hacen?.
Recordó, que hay un alto porcentaje de suicidios adolescentes por bullying.
Esta forma de violencia, dijo que tiene como motor a los cómplices, los anónimos, los que se burlan y los que miran y se callan. Es necesario enviar un mensaje firma en contra de esta situación por parte de los adultos.
Sostuvo, que el bullying es una forma de violencia psicológica pero en ocasiones no está exenta de agresiones físicas, pero sobre todo pasa por los motes, el aislamiento, la aplicación de la ley del hielo, haciendo el vacío al niño o joven que padece esta realidad.
Aseguró, que es necesario darle visibilidad al tema. Dijo, que provoca bajos rendimientos y consideró que es enviarlo a un lugar que lo maltratan. Esto, si no se logra superar podría generar trastornos de personalidad, fobias y depresiones.
Las consideraciones de la especialista sobre el tema se encuentran en el audio que se incorpora.