Escasez de alimentos, falta de higiene y la imposibilidad de calefaccionarse, son algunos de los reclamos.
A través de una carta, familiares de personas privadas de libertad en la unidad N°13 de cárcel Las Rosas, reclamaron por las condiciones “nefastas” en las que se encuentran los reclusos.
A nivel alimenticio, la queja radica en la proporción del alimento “rancho”, que según relatan los familiares consiste en “un agua sucia con un poco de zanahoria y papas, y en alguna remota ocasión algún trozo de carne”.
Sin embargo, aseveran que los recursos y el dinero que se destina a cada recluso “es bastante elevado” para el estado.
En ese sentido, afirman que los mismos encargados de cocina o carnicería por unos “beneficios” propios venden la materia prima del escaso alimento; pero prefieren “no dar nombres porque las represalias no tardarían en llegar”.
En la carta también afirman que en los "sectores de privilegio" si pueden llevar carne, frutas, verduras, huevos y postres.
También se reclama la ausencia de puertas en los baños en las salas de visitas, en los que no hay inodoros en alguna ocasión, ni tampoco instalación eléctrica.
“En los pasillos internos caen excrementos porque no tienen ningún mantenimiento las instalaciones de cloacas; el olor es desagradable y nauseabundo para las visitas y los internos”.
Otra de las preocupaciones de los familiares, radica en la imposibilidad de calefaccionar las celdas y las salas de visita, y la sustracción de las resistencias que utilizan para calentar el agua.
“En las requisas se llevan las resistencias (…) no tienen otra manera de calentar agua para asearse, no se les proporciona agua caliente”.
Asimismo, aseguran que no se les permite el ingreso de antibióticos y “en casos de personas operadas hasta de cáncer no les llevan las evaluaciones post operatorias”.
Paralelamente, subrayan que actualmente en las visitas solo se les puede llevar algún alimento para compartir en el momento, la mayoría lo puede hacer solo una vez a la semana, y que ya no es posible dejar alimentos como sucedía antes.
Finalmente, denuncian que, durante las visitas de los jerarcas, se muestran solo los sectores “más presentables” del establecimiento, y que ante el reclamo “a los gritos” de algún recluso, al retirarse los superiores “la guardia que está de turno entra de manera violenta y los muele a palo”.