Un grupo interinstitucional, cuyos profesionales recibieron capacitación especial, continúa dando apoyo a la familia de Johnattan Estela, el niño asesinado en el asentamiento Benedetti. También los familiares de los victimarios, de 11 y 14 años de edad, reciben asistencia. La jefa departamental del Ministerio de Desarrollo Social, Alicia Vázquez, detalló a FM Gente el trabajo que realizan.
El homicidio de Johnattan, ultimado a golpes por dos amigos del asentamiento Benedetti, activó un sistema inédito para la mitigación del impacto que el hecho ocasionó en las familias directamente vinculadas y en los vecinos del barrio.
A raíz de este hecho se creó una mesa interinstitucional, que definió acciones con cada uno de los implicados directa o indirectamente.
ANEP ofreció contención a los compañeros de escuela de los tres niños implicados en el proceso y también se definieron acciones con la comunidad barrial, “que sufrió un fuerte impacto”, en este caso a cargo de un SOCAT cuyos miembros fueron especialmente capacitados para el trabajo.
Con la familia del niño fallecido, se realiza un trabajo específico, en el que también participa el Ministerio del Interior y la OSC Rescatando Sonrisas porque Johnattan participaba del Programa Calle. Se busca, además, una solución de vivienda porque siguen sin un lugar donde vivir al irse del barrio.
Paralelamente, se busca algún subsidio del Mides, a través de tarjetas o pensión, para el padre del chico, aseguró Vázquez. Agregó que también hay contacto con los familiares de los niños homicidas.
“Hay varias intervenciones en la zona. No es fácil. Todos sabemos que es una situación bastante compleja y los propios equipos han tenido que ser capacitados para este trabajo”, sentenció la jerarca.
El homicidio de Johnattan conmovió al país y la región por su crudeza. Como se recordará, el niño fue ultimado a fines de octubre pasado por dos amigos que lo llevaron hasta una zona alejada con el argumento de cazar pájaros.
Allí lo golpearon y mataron a machetazos, ante los atónitos ojos de la hermana de 5 años de uno de los homicidas, que había sido llevada para argumentar luego que la habían defendido de un ataque sexual de Jonhattan.
Tras el sangriento hecho, los niños se fueron a jugar al fútbol y participaron silenciosamente de la búsqueda del chico, que duró horas. Ambos fueron implicados por testigos que los habían visto alejarse con su víctima rumbo al campo.
mr