El mediático Fernando Cristino declaró en la tarde de este lunes en Fiscalía tras haber sido dado de alta del Hospital Vilardebó, donde se encontraba desde el miércoles pasado tras un altercado que mantuvo en un hotel de Punta Carretas (Montevideo) y un incidente en una comisaría. Más tarde, Cristino fue imputado por los incidentes y amenazas en el hotel dijo a El País el fiscal del caso, Diego Pérez.
En rueda de prensa el fiscal dijo que se lo formalizó por "delito de violencia privada, delito de atentado en concurrencia fuera de la reiteración y delito de lesiones personales intencionales".
Cuando se le preguntó sobre qué dijo Cristino, respondió: "Él manifestó su relato. Sería más adecuado que lo hablaran con el propio imputado o con su representante legal. El imputado nos adelantó que va a realizar una conferencia de prensa".
Además, dijo: "Al igual que ocurre con otras personas que se encuentran en la misma situación que nos ocupa, se aplicó la normativa. Estaban dadas las condiciones y entendimos que era lo que correspondía".
También el fiscal destacó que recibió un llamado de la institución de derechos humanos preocupados por la situación de Cristino, cosa que en sus años de trabajos jamás había ocurrido y en casos más complejos. Agregó que era una buena cosa que se siguiera haciendo.
El relacionista público tendrá que cumplir con tarea comunitaria.
Días atrás Cristino había protagonizado un incidente en un hotel de Punta Carretas cuando no lo dejaron quedarse en el establecimiento debido a una deuda que mantenía con el lugar. Por este episodio fue detenido y trasladado a la Seccional 10ª, donde gritó: “Los voy a matar a todos, milicos de porquería”. Y luego agregó: “Ustedes no saben quién soy”. “Tengo llegada a Larrañaga, sáquenme de aquí”, dijo en referencia al ministro del Interior.
Las amenazas de muerte contra los funcionarios prosiguió. Ello llevó a que un oficial se comunicara con el fiscal Pérez, quien estaba de turno, y le relatara el problema. Pérez ordenó al oficial de la Seccional 10ª que trasladara a Cristino a un centro asistencial para que lo estabilizaran desde el punto de vista psicológico y luego lo llevaran a la Fiscalía a testificar sobre el incidente en el hotel.
El relacionista público fue derivado a la policlínica de Capitán Tula para una evaluación médica y allí se habría producido un segundo altercado con un funcionario policial. Dada la inestabilidad de Cristino, por orden de la Fiscalía, fue derivado al Vilardebó para la evaluación psiquiátrica.