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“Lo que sí puedo decir es que en el Crimen Organizado obviamente era necesario el uso de los procesos que se llaman procesos de vigilancia electrónica”, aseguró Gómez.

Agregó que esos instrumentos son “absolutamente necesarios para luchar contra organizaciones que son mucho más sofisticadas de lo que la gente pueda pensar”.

DE TURNO TODO EL AÑO
Gómez dijo que “estamos de turno todo el año, (por)que la solicitud de intervención de un teléfono por ley la debe hacer el fiscal en el crimen organizado, sin ningún tipo de dudas”.

“Entonces, en cualquier momento, porque los integrantes de las asociaciones criminales, de los grupos criminales, cambian raudamente a veces sus aparatos celulares, entonces es una lucha contra el tiempo para conseguir información que es absolutamente imprescindible para poder desbaratar esos grupos”, explicó.

Señaló que “en el Crimen Organizado no me consta en absoluto que se haya hecho abuso (de las intervenciones electrónicas) y además son absolutamente necesarias”.

“Si se quiere luchar contra el narcotráfico, si se quiere luchar contra la corrupción a gran nivel, bueno, son herramientas absolutamente necesarias y los magistrados las utilizan con respeto por la libertad de las personas; acá no interesa interferir comunicaciones particulares, se es muy cuidadoso en esos temas”, anotó.

Insistió en que “lo que interesa es aclarar o determinar la pertenencia a sociedades, a grupos criminales”.

Estas declaraciones vienen en relación a los dichos del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Pérez Manrique, donde dijo a El País que si bien jueces y fiscales tratan de hacer un “uso prudente” de los sistemas de espionaje, hay una tendencia a utilizarlos en delitos que no son graves por la eficacia que brindan estas herramientas.

Manrique aseguró que eso no es lo más conveniente porque el uso de estos sistemas debe evaluarse en función del grado en el que se afecta el derecho a la intimidad de la persona investigada, y de los terceros vinculados a ella. Todo esto ha surgido en virtud de la aplicación del sistema "El Guardián" que se usa para espiar a quienes son investigados por diversas circunstancias.