Diego Forlán fue designado como Mejor Jugador de Sudáfrica 2010. El Nº 10 uruguayo suma otro título de alta jerarquía en su galardonada vitrina de triunfos individuales (repasamos: Dos Pichichis en el Fútbol Español; Mejor Jugador de la UEFA en el 2005 y el 2009; Mejor Jugador de la Final de la Europa League 2009; y un Trofeo EFE -también en el 2005-). Un merecido reconocimiento a uno de los mejores jugadores que salieron de nuestro país para triunfar en el universo del fútbol y, ésta vez, con nuestra selección.
“Es algo tan impresionante como inesperado. Nunca en mi vida pensé en algo así, ni jamás fue mi objetivo. Quizás me imaginaba que, como delantero que soy, podía pelear por la Bota de Oro, y de hecho estuve cerca. Eso hubiera sido algo más normal. Pero de ahí a ganar el premio al mejor jugador… lo disfruto y estoy feliz de la vida, pero tengo en claro que es fruto del campeonato espectacular que hizo el equipo. Es un premio más para el buen momento del fútbol uruguayo”, expresó Forlán.
Acerca de cómo se entero que había sido nombrado como Balón de Oro del Mundial, expresó: “La verdad es que, al estar nominado, esperaba a ver qué pasaba, sobre todo después de los rumores que había sobre que podía ganarlo, pero nadie decía nada. Entonces recibí un mensaje de un amigo de Buenos Aires: “Felicitaciones, sos Balón de Oro”. Después me llamó mi representante y ahí ya estaba confirmado”.
Además contó que fue tirado por sus compañeros a la piscina del hotel: “Empecé a recibir otros llamados y de pronto cayeron todos mis compañeros a la habitación. Cuando me quise dar cuenta, ¡ya me habían tirado a la pileta del hotel!””.
“Fue increíble cómo vinieron todos a felicitarme a la habitación. El hecho de haber sido esperanza para mis compañeros o mucha gente en Uruguay, y haber devuelto esa confianza dentro de la cancha sin dejar de ser uno más, me pone muy bien. También quiero destacar a los que jugaron poco o no jugaron, porque son los conforman la base del grupo. Esto también es de ellos”, agregó.
Asimismo mostró su alegría por recibir este reconocimiento, pero a su vez un poco triste por no haber podido llegar a la final: “Tanto el premio como los goles me dejan muy feliz, pero la verdad es que me voy un poco triste porque, al ver la final, sentí que estuvimos realmente cerca de jugarla. Perder la semifinal fue un golpe duro, que me costó un par de días superar y todavía no lo he digerido del todo”.
Por último, reconoció que España fue justa campeona del Mundo: “Sin dudas. Jugó el mejor fútbol a lo largo del torneo, logró recuperarse rápido de su derrota ante Suiza y siempre fue protagonista. ¡Aprovecho para felicitar a sus jugadores y cuerpo técnico! Ojalá algún día nos toque a nosotros…”.