El sujeto consumió en confiterías y restaurantes de la zona e hizo reservas en cuatro hoteles de la ciudad (una vez en abril y tres en mayo) con las tarjetas de la empresaria.
El 12 de mayo se radicó la denuncia contra el hombre de iniciales I.E.R.A. de 23 años, quien para ese momento ya había sido despedido de su puesto laboral.
Él mismo se presentó en una seccional policial cuatro días después de la denuncia en su contra.
El Juzgado Letrado de 4° Turno dispuso la condena de I.E.R.A. como autor penalmente responsable de un delito de apropiación indebida en régimen de reiteración real, con un delito continuado de apropiación indebida.
La pena de 12 meses de prisión será sustituida por un régimen de libertad a prueba por la misma cantidad de tiempo.
Los primeros nueve meses tendrá arresto domiciliario total, con autorización para salir a trabajar de lunes a viernes de 13 a 17 horas.
El resto de la pena deberá someterse a la orientación de la OSLA, presentarse una vez por semana en la seccional policial más cercana a su domicilio y prestar servicios comunitarios una vez por semana dos horas diarias.
Por el total de la condena deberá residir en un lugar determinado.