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“La prisión de esta gente fue en junio de 2012. La sentencia del Tribunal de Apelaciones que los declaró inocentes es de febrero de este año. O sea que la sentencia demoró 8 años”, destacó.

CINCO MESES EN “LAS ROSAS”

El abogado recordó que “esta gente estuvo presa cinco meses en el año 2012 en Las Rosas”.

“En mayo de 2012 el programa Santo y Seña denunció que, entre San Carlos y Aiguá, funcionaba una secta” que reclutaba, esclavizaba gente, abusaba sexualmente de ellos y le quitaba sus bienes, dicó. Una semana después una mujer presentó una denuncia en San Carlos, porque manifestó que había visto el programa y había reconocido a su hija dentro de las “esclavas”.

Silvera dijo que se notó un operativo policial de grandes dimensiones y se fue al campo donde presuntamente operaba la secta “a liberar” a los integrantes de esta secta, aunque cuando llegaron no había nadie, salvo una limpiadora, y una niñera. Lo mismo pasó en una segunda inspección ocular, explicó.

“Prueba no había. Hacía una denuncia atrás de la otra”, señaló. También dijo que cuando los acusados son citados a declarar, no sabían que se le imputaba. Incluso fueron defendidos por los abogados de oficio.

“En la primera audiencia, las presuntas víctimas dicen estar libres… No había nada” y los liberan, “aunque quedan en calidad de indagados”, expresó. No obstante, después se presentaron cinco personas para declarar como testigos, tras haber visto el programa de televisión.

“Para mí, además del error judicial que puede haber, es muy claro que hay una confabulación. Muchísimos meses después que se produce el procesamiento con prisión de estas personas”, que se dispuso alegando “alarma pública” que había despertado el caso, “los supuestos testigos empiezan un juco en Ciudad de la Costa, que es donde viven todos, para resarcirse de supuestos daños” causados por la “secta”.

“ERAN PARTE Y NO TESTIGOS”

“Cuando tomo la defensa, hago ver que estas personas no son testigos, sino parte… En San Caros eran testigos, pero en Ciudad de la Costa eran parte interesada. Y el verdadero testigo, que era el vecino dice una cosa totalmente diferente”, ya que afirmó que nunca vio nada raro, explicó.

”Esos fueron quienes se confabularon para inducir a error al juzgado”, remarcó. “Dicen que hubo enterramientos, que se es privaba de comida y que incluso a una chica la violaron”, agregó.

“La gente acusada niega todo. No hay pruebas, porque la violada no estaba, las esclavas tampoco… Pero los procesan por violencia privada”, destacó. “Eso lo dice el Tribunal de Apelaciones…Se denunciaron cinco o seis delitos terribles y los terminan procesando por violencia privada”, señaló.

“Yo presenté en San Carlos todo lo ocurrido en Ciudad de la Costa, que desvirtuaba los hechos, Entre otras cosas, dijeron que una chica fue violada y resultaba que tenía 36 años, es psicóloga y había tenido una relación sentimental con uno de los acusados por seis meses”, subrayó.

Silvera manifestó que “la sentencia de primera instancia fue una copa del auto de procesamiento y ahí apelamos. Y nuestro primer argumento fue decir que nuestras pruebas no fueron tenidas en cuenta”, destacó.

“Y mi opinión fue aceptada, después, por el Tribunal de Apelaciones”, enfatizó.