Mirtha Guianze, presidente del Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), dijo FM Gente que el organismohizo un informe completo sobre la Cárcel de Las Rosas, tras cinco visitas, la última de las cuales se cumplió en marzo de este año. Manifestó que si bien el interés se ha centrado en el caso de un posible abuso a una reclusa por parte de un médico, “lo que está en investigación”, el informe abarca otros aspectos. Indicó que este miércoles se cumplirá una nueva visita a este centro de reclusión, aunque esta vez es anunciada y con el fin de colaborar con la intervención del establecimiento.
Según el informe del INDHH, existió una situación de presunto "abuso sexual" a una reclusa de la cárcel de Las Rosas (Unidad 13), por parte de un funcionario médico de esa penitenciaría. El facultativo fue denunciado por una de las operadoras penitenciarias del lugar, razón por la que fue trasladado, aunque continúa realizando guardias y atención médica en la unidad en presencia de una funcionaria de esa cárcel.
RELACIONES SEXUALES “A CAMBIO DE BENEFICIOS”
La institución tomó conocimiento del caso en junio de 2016, mientras realizaba una visita a esta cárcel. Fue así que a partir de "diversas fuentes" surgió que "la mujer habría 'accedido' a mantener relaciones sexuales a cambio de beneficios".
El informe destaca que "el presunto consentimiento o el argumento de aquiescencia, o la alusión a cualquier tipo de provocación o facilitación por parte de una mujer privada de libertad, no puede ser considerado válido en ningún caso, dada la asimetría de poder y responsabilidad que existe en esas situaciones entre la persona privada de libertad y los/as funcionarios/as".
Por este caso, la Institución de Derechos Humanos recomendó "investigar la posible existencia de una sanción encubierta a las presas, a partir de las acciones tomadas sobre el profesional" que está sujeto a investigación, y, "reevaluar la permanencia de técnicos sobre quienes pese sospecha de trato abusivo".
Además, la INDDHH entrevistó a varias de las reclusas, quienes manifestaron su malestar por las condiciones asistenciales de la policlínica de la cárcel, que consideraron "una consecuencia de la denuncia" de la situación de abuso y el posterior traslado del médico presuntamente involucrado.
Según expresa el informe, "la infraestructura de la policlínica es muy precaria y con muy malas condiciones para asistir a la población" carcelaria y constata "carencias en evaluaciones, seguimientos de tratamientos y controles médicos, lo que redunda en omisiones asistenciales importantes".
ASEGRAN QUE NO SE PROBÓ LA RELACIÓN DEL MÉDICO CON LA RECLUSA
Una fuente del INR dijo a Fm Gente la denuncia fue recibida por autoridades del centro de reclusión en su momento e inmediatamente le dieron trámite judicial. El juez no encontró méritos y no se probó la relación entre la reclusa y el médico.
Se indicó también que el médico sigue en funciones y el servicio pertenece a Sanidad Policial. Paralelamente Sanidad Policial realizó otra investigación. La fuente destacó que “es un caso viejo que ellos mismos judicializaron. Es un tema del año pasado””, señaló.
Guianze precisó que “lo que está en el informe fue lo que en su momento se planteó a las autoridades. Las autoridades nos dijeron que se está haciendo la investigación. Es lo que nosotros sabemos hasta ahora… Incluso nos entrevistamos con las autoridades del INR la semana pasada y mañana miércoles se va a hacer otra visita a Las Rosas, peor anunciada, con el ánimo de colaboración con la intervención –ellos le llaman ‘apoyo” al personal que está colaborando con la dirección-. Es un plan para ver cómo podemos colaborar con ellos en esta situación, en cumplimiento de nuestras recomendaciones, y con otras situaciones muy preocupantes”, reveló.
OTROS DATOS DEL INFORME
Según señala el informe de la INDDHH, que se encuentra en la página web del organismo, la cárcel de Las Rosas "es uno de los establecimientos penitenciarios, fuera del área metropolitana, donde se han verificado con mayor frecuencia situaciones de violencia". Algunas de ellas han tenido consecuencias fatales para los internos, como el motín ocurrido en octubre de 2009, en el que dos reclusos murieron, y en enero de 2013, otro fue asesinado por "agentes del Estado" que dispararon armas de fuego.
A pesar de los antecedentes de violencia, el escáner y el detector de metales destinados para el control de ingreso no se utilizan debido a los "inconvenientes que se producen al retardarse el ingreso de familiares". Esto "podría favorecer el ingreso de diferentes elementos que ponen en riesgo a la población carcelaria", agrega el documento.
Asimismo, si bien la cárcel cuenta con una unidad destinada a preservar la integridad de los presos amenazados o que sufran lesiones graves, este lugar también se utiliza como forma de castigo para reclusos con problema de conducta, lo que "provoca un riesgo inminente para aquellas personas que han solicitado seguridad".
“ENCIERRO ABSOLUTO”
Este sector, "además de no brindar una seguridad aceptable para los internos, presenta unas condiciones de vida inadecuadas que afectan el principio de la dignidad". "El encierro es absoluto en celdas extremadamente deterioradas; se constata la precariedad en las conexiones eléctricas, (...) escasa luz natural y el hacinamiento", lo que "constituye un grave riesgo de incendio o electrocución", según el relevamiento.
Además, en este sector, "los presos no tienen salidas a patio, algunos no tienen visita familiar, permaneciendo durante semanas sin salir de la celda, no existen elementos recreativos o informativos (no hay radios, ni televisión) y no se cuenta con ropa de cama de abrigo, en su mayoría tampoco con colchones y los pocos que hay se encuentran en condiciones de total deterioro", revela el informe.
Según constató la INDDHH, la comida servida en la cárcel de Los Rosas es "poca" y de "mala calidad". Se señala que el centro no cuenta con nutricionista para planificar una dieta adecuada para los reclusos que padecen de enfermedades crónicas.
El menú consiste en "rancho" (un tipo de guiso que se sirve en cárceles y cuarteles), el cual es "aguado, y la carne en la preparación es notoriamente escasa, con exceso de grasa y huesos".
“SUPERPOBLACIÓN CONSIDERABLE”
Guianze dijo que “Las Rosas tiene la característica de tener hombres y mujeres” entre la población carcelaria. “Y mujer con hijos y mujeres embarazadas. Y una superpoblación considerable”, señaló.
Destacó que una de las carencias más notorias que se detectó es la atención en materia de salud.
Las Rosas aloja a un total de 822 presos, entre hombres y mujeres, un número muy superior a la capacidad del centro.
“Es muy preocupante, porque Las Rosas es del tipo de cárceles que en cualquier momento puede explotar, porque tiene mucha gente adentro. Y cada vez más, y cada vez más”, afirmó Guianze.
Acceda al informe completo: