La justicia determinó enviar a prisión a un ciudadano peruano que había llegado hace dos días a José Ignacio para trabajar, pero que, durante su corta estadía realizó una serie de compras con moneda estadounidense apócrifa.
Había adquirido varios objetos y pagado servicios por unos 400 dólares, habiéndosele encontrado otros 300 en su poder.
El sujeto remitido a la cárcel había llegado junto a un grupo de personas desde Buenos Aires para trabajar en un centro gastronómico preparando sushi.-
La jueza penal de San Carlos le tipificó a P.C.P.J., "un delito de introducción al territorio del Estado de moneda falsificada o adulterada con dolo".