La comunidad educativa del Centro Universitario de la Regional del Este (CURE) lamentó la trágica muerte de la estudiante Milagros Chamorro, víctima de un suicidio femicida. En su comunicado, el CURE subrayó la necesidad urgente de políticas públicas en salud mental y una revisión del sistema judicial para la protección de víctimas de violencia sexual.
El Consejo Regional del Centro Universitario Regional Este (CURE) expresó su profunda tristeza e indignación por el suicidio femicida de Milagros Chamorro, estudiante de la Maestría en Políticas Públicas. A través de un comunicado oficial, la comunidad universitaria manifestó su acompañamiento a la familia, amigos, docentes y especialmente a los compañeros y compañeras de la Cohorte 2023 de la Maestría. La joven, quien también fue egresada de la Licenciatura en Trabajo Social, se encontraba en un proceso de formación avanzada en el CURE cuando se produjo su fallecimiento.
El pronunciamiento de la institución subraya que el caso de Milagros no es aislado, sino una tragedia que refleja la falta de protección de una sociedad ante los efectos de la violencia sexual. En este sentido, el CURE afirma que “una sociedad que no puede proteger a una joven de las consecuencias de la violencia sexual ni dar protección ni apoyo en su debido tiempo, es una sociedad que retrocede en materia de defensa de derechos humanos”.
El comunicado también expresa una profunda preocupación por la falta de respuestas oportunas por parte del Sistema Nacional Integrado de Salud ante los repetidos pedidos de ayuda de Milagros.
“La salud mental es un componente integral de la salud, sin embargo, en Uruguay el Plan de Salud Mental no ha tenido los impactos esperados, debido a la falta de recursos humanos y económicos que han llevado a que las y los pacientes no puedan atenderse como corresponde”, señala el comunicado.
Como respuesta a esta situación, el CURE exigió al Estado la implementación de políticas públicas eficaces en materia de salud mental, así como un mayor apoyo y contención para las víctimas de violencia sexual. También subrayó la necesidad de garantizar que los delitos de violencia sexual no prescriban, especialmente cuando las víctimas no tienen la capacidad emocional ni la seguridad para denunciar en el tiempo estipulado.
Durante una actividad en la sede del CURE en Maldonado, realizada este viernes, la decana Carmen Midaglia recordó a Milagros con afecto. “Mili formaba parte de nuestra comunidad educativa. Era egresada de la licenciatura de Trabajo Social de nuestra casa de estudios y estaba cursando la maestría de políticas públicas. Nos sentimos impotentes por los hechos desgraciados que tuvo que sufrir Mili”, comentó Midaglia, quien además recordó que la joven era “muy atenta, callada, y seguía los cursos de manera muy interesada”.
Compañeros de Milagros, docentes y otros miembros de la comunidad educativa también se expresaron en la misma línea, destacando la necesidad de revisar el marco legal y las políticas públicas en torno a los delitos sexuales. “Debemos preguntarnos cuántas Milagros debemos perder para decir basta”, plantearon durante la actividad. A su vez, hicieron un llamado a los legisladores a revisar las categorías legales de los delitos sexuales, sugiriendo que las violaciones en manada sean consideradas una categoría distinta dentro del marco penal. También hicieron hincapié en la importancia de revisar el sistema de prescripción de estos delitos, señalando que las víctimas suelen atravesar largos procesos emocionales antes de poder denunciar.
“Precisamos infancias y juventudes saludables emocionalmente para no tener adultos fragmentados”, concluyeron.