Facebook Twitter WhatsApp

Al menos diez oyentes se comunicaron, este jueves, para manifestar su malestar por el desorden que, en su opinión, se registró anoche en el desfile de carnaval de Maldonado, por la avenida Acuña de Figueroa. Otros tantos lo hicieron a través de la cuenta de FM Gente en Facebook.

Sobre todo mujeres, lamentaron el comportamiento de los adultos que permitieron a los chicos a su cargo entorpecer el paso de las agrupaciones y a los policías que hicieron caso omiso de los jóvenes que abusaban de las bailarinas e incluso de otras jóvenes que estaban entre el público.

Adriana Gómez, fundadora y directiva de la escola do samba fernandina Renovación 2001, dio un contundente testimonio. “Fue vergonzoso, mal. Trabajamos todo un año como muchos grupos y no puede pasar lo que pasó anoche. Los policías parados y los niños chicos metidos adentro de los cuerpos de baile y la batería. Les arrancaban las plumas a los vestidos de las bailarinas mientras los padres miraban el desfile”, comenzó relatando.

“Como integrante o directivo de un grupo, ¿cómo respondemos cuando se meten con las chicas menores de edad que van bailando? La organización (del desfile) no tiene la culpa que la gente se acumule en 3 de Febrero y no deje pasar a los grupos y manosee a las bailarinas. La juventud no se ubica, no se abren, no respetan a la misma gente que da el espectáculo ni a la gente que tiene al lado”, lamentó.

POLICÍA "DE ADORNO"

Gómez enfatizó que no se puede responsabilizar por estos hechos ni a la organización del desfile ni a la Intendencia de Maldonado. “La gente pagó 70 pesos por una silla y no pudo ver el espectáculo. ¿Quién para todo esto? No sé si la Policía no puede hacer nada o no quiere hacer nada”, inquirió.

Otra oyente también cargó las tintas a los funcionarios policiales que estaban “de adorno, al lado de chicos que tomaban alcohol y fumaban drogas”. Sin embargo, también reflexionó en voz alta respecto a lo que ocurriría si alguno de los efectivos interviene, convencida de que probablemente sería atacado.

Liliana Paiva, cuyas hijas bailan en otra escola do samba, afirmó que “dos hombres mayores se desubicaron con unas niñas” de la misma agrupación. “El desfile fue un desastre, pedíamos permiso y nos miraban y se daban vuelta y no eran menores eran parejas de personas adultas. No creo que mis hijas vuelvan a bailar acá en Maldonado”, concluyó.

Otra mujer vio el desfile por televisión y manifestó su asombro por la cantidad de “criaturas que pasaban entre las bailarinas, tirándoles de los vestidos, tocándoles la cola a las chicas”. “He criado hijos y nietos y no lo puedo creer. ¿Cómo enseñan esas mamás a esos niños? ¿Cómo pueden estropear el trabajo y el dinero empleado en todo eso? Fue un espanto”, comentó.

LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE

Durante toda la mañana llovieron mensajes por el estilo. Y una oyente puso el tapete un tema recurrente cada vez que se habla de seguridad, o de tránsito o de educación o de trabajo o de salud en el departamento: "Esto no es Maldonado”, sentenció.

Como otros, considera el fenómeno como un producto de la fuerte migración interna que sufre el departamento, del desapego de los recién llegados a los asuntos de Maldonado y de la pérdida de valores de las familias de jóvenes que llegan sin referentes mayores.

“Tan solidario que es Maldonado con todo el mundo, nadie se para a pensar cómo los tratamos y como los ayudamos. Un político me dijo una vez que ellos tienen derecho a venir porque todos somos hermanos. ¿Y dónde está la hermandad? ¿Cómo nos ignoran como hermanos? Cuando sucede una desgracia todos corremos para ayudarlos pero si somos hermanos vamos a respetarnos. No son agradecidos” reflexionó la oyente, aludiendo a un presunto origen extra-departamental de los acusados.

(foto: desfile por Acuña de Figueroa // J.J.Acuña)
mr