Ramón Pampín de la consultora Price Waterhouse Coopers, confirmó en su informe semanal que Brasil no escapa a la crisis internacional y analizó la incidencia que puede tener sobre la economía uruguaya.
“Digamos que la economía de Brasil, en cuanto a su tamaño, es algo más de 50 veces el tamaño de la economía uruguaya si lo medimos en términos de PIB.
Nuevamente considerando la dimensión de su producto, está dentro de las primeras diez economías del mundo.
Una importante economía ya no solo en el contexto regional sino mundial… y que ya está recibiendo el impacto de esta crisis….
Sin duda. Esto se ha reflejado en un indicador clave como es el tipo de cambio. Cerca de 50% ha crecido el precio del dólar desde setiembre.
Y esto ha determinado un empeoramiento del Tipo de Cambio Real con Brasil, lo cual recordemos lo dijimos la intervención anterior, es una variable que juega en contra del ingreso de turistas argentinos a Uruguay, en la medida que ven a Brasil como un destino alternativo y en ese destino en estos meses se ha dado un abaratamiento relativo en dólares.
Pero volviendo a lo que esta sucediendo con la economía de Brasil, sistematicemos un poco los impactos que viene recibiendo de esta crisis mundial.
Tenemos los impactos en el ámbito financiero, los impactos en el sector real y por otra parte, un tercer impacto que es el que puede surgir de la interacción entre sector financiero y sector real”.
LA INCIDENCIA DE TRES IMPACTOS
“Tenemos consecuencias directas de la crisis sobre el sector financiero brasilero. Por ejemplo, en los últimos meses se ha dado una salida neta de capitales, vinculados principalmente a inversiones de cartera.
Tenemos consecuencias directas sobre el sector real. Por ejemplo, los menores precios de los commodities afectan a las exportaciones brasileras.
Y un tercer efecto, que es el que decíamos puede trasmitirse desde el sector financiero al real, y ahí básicamente tenemos que hablar de uno de los principales problemas que están atacando las autoridades brasileras, que es la restricción del crédito que puede afectar el financiamiento del sector exportador, de algunos sectores específicos, y también a las familias.
LA POSTURA BRASILEÑA Y LAS MEDIDAS TOMADAS
“Si analizamos las medidas, vemos que por un lado han intentado proveer de liquidez al mercado financiero, sobre todo liquidez en dólares. Y esto lo vemos en acciones diarias de intervenciones del Banco Central de Brasil.
También se implementan diversas medidas para estimular el crédito, tanto con medidas puntuales para sectores estratégicos como con medidas más generales como alentar la reducción de tasas de interés activas.
Y otra medida, que en este caso no está vinculada a medidas diarias pero si a darle una capacidad de intervención muy fuerte a las autoridades es la Medida Provisional 443, que permite que llegado el caso, los bancos públicos puedan adquirir instituciones financieras que presenten una situación comprometida.
De esta forma las autoridades se dan un poder muy grande para intervenir en caso que sea necesario.
El panorama que se prevé es de un menor crecimiento. De acuerdo a proyecciones de analistas, Brasil pasaría de crecer en torno al 5% este año a un 2-3% en 2009.
Digamos que si bien esta desaceleración vendría por un menor desempeño externo, debido a la menor demanda externa que enfrentarán nuestros países, también se corre el riesgo que la demanda interna se afecte más rápidamente.
Esto último está vinculado justamente a lo que te mencionaba hace un rato, del impacto que tenga el sector financiero sobre el real, que puede darse en la medida que el crédito se vea afectado.
El informe completo del economista Ramón Mampín (de la consultora White Price Cooper), en REVISTA INFORMADA