La operadora inmobiliaria Nana Lavagna salió al cruce de las expresiones “alarmantes” de su colega Ignacio Ruibal, quien sostuvo que la crisis económica global está afectando las transacciones en el principal balneario uruguayo. Lavagna rechazó tal extremo y exhortó a “quitar dramatismo” a la situación, porque los inversores “siguen viniendo” y los alquileres se concretarán en buena forma.
La operadora, que alentó a “mantener la calma” y los precios de los alquileres en el mismo nivel del año pasado, afirmó que la incidencia de los turistas del hemisferio Norte no impacta en el sector.
“Si hacemos números de posibles inquilinos, ya sea estadounidenses o europeos, no influye para nada en los alquileres porque serán 15 como máximo”, sostuvo Lavagna, quien se comunicó con FM Gente para opinar sobre el asunto, recién llegada del Salón Inmobiliario de Rosario.
Dijo que en ese evento recibió permanentes consultas de inversores: “Fue un éxito total, la gente no para de consultar por inversiones, siguen pensando en invertir para condo-hoteles y edificios”. Y agregó que los turistas que no han señado reservas para el verano responden a “un sector minoritario” y que no hay diferencias sustanciales respecto a otros años.
“Se va a alquilar bien, que se mantenga la calma y que se mantengan los precios del año pasado. Que no suban y nada más”, sugirió.
En su opinión, la inversión en Latinoamérica y en Uruguay, en particular, es una medida que están tomando quienes desean proteger sus finanzas. “Vienen grupos importantes en busca de tierras no solo en Punta del Este sino también en Montevideo, que están mirando con gran optimismo. Sé de empresarios cordobeses o rosarinos que han vendido en el pozo los edificios que han largado. Además, con los condo-hoteles, otra variedad en la que también hay inversión, viene una muy buena etapa”, alentó.
Este miércoles Ruibal afirmó que las transacciones inmobiliarias se enlentecieron y atribuyó el hecho a la crisis que afecta a los países del Europa y a Estados Unidos. De hecho, afirmó que propietarios extranjeros han dejado de enviar el dinero necesario para cubrir los gastos de mantenimiento de las residencias, de los que se hacen cargo las administradoras inmobiliarias.