Varios inspectores de Tránsito del Municipio de San Carlos trabajan bajo amenazas y han sufrido atentados en su propiedad, según denunció la presidenta de ADEOM, Dina Fernández Chaves. El asunto, que es recurrente en aquella zona, fue tema de conversación entre la dirigente gremial y el alcalde Gregorio Quintana. (actualizada 13:20 horas)
En diálogo con FM Gente, Fernández Chaves dijo este jueves que los inspectores han sufrido amenazas de muerte, rotura de vidrios en las ventanas de su casa y rayaduras en autos particulares en un intento de presión para que no fiscalicen la situación de cientos de motos en infracción en la ciudad.
El municipio de San Carlos ha emprendido una lucha contra estos infractores, en su mayoría personas jóvenes que circulan a alta velocidad, sin matrícula, ni casco, ni documentación y con caños de escape adaptados para producir un ruido ensordecedor. Miles de motos han sido incautadas en los últimos meses, al punto que cientos de ellas están siendo depositadas donde antes funcionaba el cine San Carlos.
Las agresiones a los inspectores son moneda corriente en esa ciudad. Los trabajadores suelen ser atropellados por motonetistas o tomados a golpes por las personas a quienes intervienen, tanto hombres como mujeres. En algunos casos, fueron tomados a golpes mientras controlaban el tránsito frente a las escuelas.
"Hay una situación de conocimiento tal que hace que los compañeros se hayan sentido en riesgo de tener algún problema por el cumplimiento de su trabajo", señaló Fernández Chaves. Añadió que, si bien meses atrás se habló de que el Ministerio del Interior haría un convenio para apoyar en los procedimientos, no hay nada formalizado y cuando se oculta el sol los inspectores no salen a la calle. "Los inspectores no pueden salir por un tema de seguridad física y personal", precisó.
Los procedimientos realizados en San Carlos, pese a los ataques, han resultado exitosos porque bajaron las víctimas fatales. Pero el gremio no quiere que este avance sea a costa de la salud de los trabajadores.
La presidenta de ADEOM reclamó, por tanto, una política departamental, gestionada desde el gobierno departamental, para solucionar esta situaciones. El sindicato coordinó con la administración un servicio de apoyo sicológico para los trabajadores pero "los hicieron llenar un formulario, alguien lo analizó y el tema quedó ahí".
"Están asustados, porque a uno le rompieron los vidrios de la casa, a otro le rayaron el auto, a otro lo amenazaron. Es un trasfondo mucho más complicado de lo que la gente se imagina", remarcó. "El problema es grave en San Carlos, porque los agresores son vecinos que se sienten agredidos ante la multa y reaccionan violencia. No se trata de malvivientes, es un tema complicado que amerita un trabajo en profundidad", concluyó.
mr