Ese fue el calificativo usado por el operador gastronómico Martín Pittaluga, uno de los socios propietarios del restaurante "La Huella". De esta manera se refirió al comienzo de la "alta temporada" de verano en la zona comprendida entre las lagunas José Ignacio y Garzón.
Señaló que pese a crecer la oferta de camas en el lugar hasta un 50%, desde hace varios meses las reservas bloquearon cualquier posibilidad de encontrar un alojamiento si se busca en este momento.
La presencia de europeos sigue siendo importante en el balneario, aunque dijo que para evaluar correctamente el impacto de lo que se observa habrá que esperar hasta febrero.
Adjuntamos la nota concedida a la Primera Página de La Revista de FM GENTE en la mañana de este martes.