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En opinión de Serrón, antes de juzgar la conducta de Sánchez hay que en el funcionamiento interno del Partido las causas de su alejamiento. Serrón recordó que conoció al joven dirigente en la primera actividad partidaria a la que concurrió, previo a las elecciones nacionales de octubre de 2004, en el acto de inauguración del local en San Carlos.

En esa ocasión, detalla, le llamó “la atención su exposición, que evidenciaba una particular vocación política, no muy común en los jóvenes, a la vez que un evidente compromiso con una opción socialdemócrata, que desde la intemperie, pretendía dar lucha en el Uruguay de entonces”.

En esta línea, el dirigente destaca su “ponderación” y su “solidez intelectual y política”. “Por esa trayectoria, por su capacidad, por sus condiciones como ser humano, el Partido impulsó su candidatura a la Junta Departamental de Maldonado y él, pese a las dificultades que la atención de su actividad docente le generaba para dedicarse a la tarea, asumió el desafío con valentía y lealtad, conciente que el esfuerzo deparaba pocas posibilidades de éxito y que se trataba mas que nada de aportar al crecimiento del partido”, añade.

Por estas actitudes, Serrón asegura que el alejamiento del joven dirigente lo “ha sumido en una especial sensación de frustración: esos proyectos ya no serán posibles”. “Sin embargo estoy convencido que debe respetarse su decisión. No creo que las personas se califiquen por la opción política que abrazan, mi concepto de Juan Martín no se ha visto conmovido en lo más mínimo por lo ocurrido y así se lo he hecho saber, a la vez que le he augurado éxitos en su nueva empresa”, agrega.

Por todo esto, Serrón considera que antes de juzgar la decisión de Sánchez habría que buscar en el funcionamiento interno las circunstancias que determinaron “su posicionamiento personal, reiterativo, además del de otros compañeros que ya se alejaron antes de estas filas”.

Finalmente, Serrón concluye que “la falta de apoyo” de algunos integrantes del partido, “su prescindencia, su falta de dedicación, indudablemente motivaron en Juan Martín, un joven particularmente sensible y entusiasta, un convencimiento personal de ser el centro de tales actitudes, a la vez que un definitivo convencimiento de la ausencia de futuro para el partido”.