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La chica tuvo una cita con su exnovio en la casa de él y en un momento de la noche éste comenzó a ponerse violento. Su violencia fue en ascenso ante la negación de ella de continuar con el encuentro y de querer retirarse de la casa.

El agresor no dejaba que se marchara y quiso obligarla a practicarle sexo oral, por lo que ella comenzó a registrar la escena con su celular. “Dejá el celular acá o si no, no salís”, amenazó él.

La encerró en su casa y escondió la llave, “me tuvo dos horas secuestrada amenazándome”, contó. Durante ese tiempo, la joven recibió golpes de su agresor y amenazas de muerte con un cuchillo en su cuello: “me decía que me iba a morir ahí y que no la iba a contar”.

“No sé cómo salí, pensé que no lo iba a lograr. En un momento cerré los ojos y comencé a rezar, a pedirle a dios ´no me quiero morir así”, relató a FM GENTE.

La chica se encerró en el baño de la casa y el agresor dio patadas a la puerta hasta que la abrió a la fuerza. “Sentí terror de que me fuera a matar”.
Ante la desesperación, empezó “a tirar y a romper todo y a gritar, el perro ladraba y ahí él abrió la puerta de la casa”, dijo.

Salió del lugar corriendo e hizo la denuncia policial a través del 911. El pasado 24 de agosto ambas partes fueron citadas en el Juzgado Especializado de Violencia de Género, Doméstica y Sexual de San Carlos. Ese día la denunciante presentó los videos que había podido grabar como pruebas de la violencia sufrida.

El documento resultante de dicha audiencia, al que accedió FM GENTE, dice que la situación es de “riesgo alto” y que como medida cautelar se adoptó la custodia policial para ella, además de la concurrencia a Inmujeres Mides para “continuar tratamientos”. Asimismo quedó fijada una nueva audiencia para el 14 de noviembre.

La joven siente “mucho miedo” y si bien no quiere dejar de estar custodiada “porque es mejor que no tener ninguna protección”, prefiere que el agresor “tenga una tobillera”.

En este momento está en tratamiento psicológico y psiquiátrico. Tiene dificultades para poder dormir, “la ventana de mi casa apunta hacia el bosque y tengo miedo”, y está sufriendo ataques de pánico. Sin embargo, reafirma que “es necesario hablar por todas las que no se animaron”.

La página web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos define a la violencia sexual como cualquier actividad o contacto sexual que ocurre sin el consentimiento de la persona. Puede involucrar fuerza física o amenaza de fuerza. También puede ocurrir debido a coerción o amenazas. “Si usted ha sido víctima de violencia sexual, no es su culpa. La violencia sexual nunca es culpa de la víctima”, resalta en su definición.

La violencia sexual no es únicamente la consumada, sino también los intentos de violación, “Forzar a una víctima, ya sea hacerlo o intentarlo”. Es también “cualquier contacto sexual no deseado”, hacer “uso de la fuerza o la intimidación”.

Es importante saber que el contacto sexual pasado no implica consentimiento. Cualquier contacto o actividad sexual, física o no física, requiere que ambas personas estén de acuerdo de manera libre, clara y voluntaria.

Según datos de Cepal, la comisión de Naciones Unidas, un estudio latinoamericano dio cuenta que solo alrededor del 5% de las víctimas adultas de violencia sexual notificaron el incidente a la Policía.

Si tu o alguna persona de tu entorno está viviendo situaciones de violencia por motivos de género, recordá que podés denunciar o asesorarte de las siguientes maneras: a través del 0800 4141 desde el teléfono o *4141 desde el celular. A través de la Línea Azul 0800 5050 para casos de violencia hacia ninños, niñas o adolescentes. Es gratuito y confidencial.

Si la situación es de emergencia llamá al 911. Descargá la APP Emergencia 911, tiene un botón específico de “violencia doméstica”.
Si no querés que te escuchen, podés hacer la denuncia por escrito y online a través de https://denuncia.minterior.gub.uy/





Foto: Cortesía de la joven. Imagen tomada desde la ventana de su casa.