Facebook Twitter WhatsApp

La doctora Graziuso se mostró sorprendida por la repercusión que ha tenido a nivel local e internacional su decisión de enviar a su lugar de origen a dos personas con antecedentes penales que llegaron a Punta del Este sin motivos laborales o de esparcimiento.

Graziuso recalcó que solamente se está aplicando la ley, “como lo hacemos todo el año en todos los casos”.

“Tal vez lo que puede fallar en primera instancia es el control primario; si no existe ese control primario policial, nosotros no nos enteramos de la situación”, dijo.

Aclaró que la Policía tiene autorización para solicitar documentación y identificación a las personas en la vía pública. “Forma parte de la prevención”, remarcó, para agregar que la fuerza pública puede hacerlo ante personas que están en “actitudes potencialmente delictivas”.

Asimismo, explicó que el fenómeno de la llegada de personas sin trabajo, ocupación o vivienda a la zona, y además con antecedentes penales, se repite cada temporada, del mismo modo que llegan miles de turistas de diverso orígenes. “El tema es el control que pueda haber sobre esa población flotante”, acotó.

Pero la doctora Graziuso fue más gráfica aun, al explicar que la intervención de la Policía para solicitar identificación, se da en medida de las actitudes de determinadas personas, que pueden estar durante horas o días observando “que hacen las demás”; o permanecen demasiado tiempo en un mismo lugar sin un propósito definido.

En todos esos casos “la Policía puede actuar como medida preventiva, invitándolos a concurrir a la dependencia respectiva para ser identificados”, si no tienen consigo algún tipo de documento. En ese sentido recordó que, del mismo modo, se le solicita a cualquier persona la documentación para llevar adelante algún trámite. “No por su cara o su pelo como se ha dicho por ahí”, aclaró.

Dio el ejemplo de una persona que, días atrás estuvo varias horas deambulando y observando movimientos en una zona de Punta del Este, hasta que rapiñó a una mujer.

Respecto a personas que deambulan por distintas arterias, y fundamentalmente por aquellas como la avenida Gorlero de Punta del Este “acosando” a otras, dijo que cabe la intimación en aquellos casos que alguien se sienta presionado en la vía pública. Por ejemplo, por gitanos, vendedores de distintos productos o quienes se autodefinen como cuidadores de coches u otros vehículos.

Sobre la ocupación de predios públicos o privados, o propiedades de distintos tipo, explicó que se hace hincapié en las ocupaciones de “lugares públicas”, ocasiones en la que se intima a deponer la actitud. Pero además recordó lo que está previsto por la ley desde 2007 para las zonas balnearias, que agrava la situación de quienes ocupan otro tipo de propiedades.

Redactado: R.A.