Este jueves se conoció que la justicia condenó
al Ministerio de Defensa Nacional y a la Prefectura Nacional Naval a disponer y realizar la venta onerosa del Águila y del Telémetro del Graf Spee dentro de un plazo de 90 días (contados desde que quede ejecutoriada la sentencia) y a compartir el 50% de lo producido con los permisarios.
Asimismo, condenó al Estado a pagarles los intereses legales sobre el 50% del producido que les toque, desde la fecha de la demanda y también ordenó devolver la garantía a los permisarios.
Como se recordará, el principal permisario fue el relacionista público Alfredo Etchegaray, que esperaba esta resolución desde el año 2004. Sus socios eran su hermano Felipe y el buzo Háctor Bado, ya fallecido.
Con esta resolución, "se termina con una injusta situación que duró mas de trece años", expresa un comunicado de prensa emitido en nombre de Alfredo Etchegaray este jueves.
En diciembre de 1939, el Graf Spee llegó a costas uruguayas y se tiroteó con varias naves inglesas frente a la costa de Punta del Este. Más tarde pidió recalar en el puerto de Montevideo para efectuar reparaciones. Días después, su capitán se quitó la vida. El barco fue volado para que no cayera en poder de los aliados. Los restos del buque ubicados frente a Montevideo constituían un peligro para la navegación, por lo que han estado señalizados con una boya luminosa de peligro aislado −luz blanca, dos destellos cada diez segundos− al este, y una boya ciega al oeste.
De esta manera, en febrero de 2004, un equipo de salvamento financiado por privados y por el gobierno uruguayo comenzó a trabajar para recuperar la nave. Así se recuperó el enorme telémetro de artillería, de 27 toneladas de peso. Fue sacado del agua el 25 de febrero de ese año y expuesto en el puerto de Montevideo. El 10 de febrero de 2006 se recuperó la enorme escultura de un águila de más de dos metros de alto que estaba colocada originalmente en el espejo de popa del buque.
Un gran debate comenzó entonces sobre la pertinencia de vender esa pieza o conservarla como “patrimonio nacional”. El diputado nacionalista Jorge Gandini había planteado al entonces ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, que el Estado podía vender el águila para obtener recursos. En el pasado, se habían recibido ofertas por la pieza que iban de los US$ 8 millones a los US$ 52 millones.
El águila se encuentra, desde hace años, guardada dentro de una caja de madera en un depósito del Fusna (Fusileros Navales) y ha sido objeto de una larga controversia por planteos de representantes del gobierno alemán para que la pieza no fuera vendida o exhibida.
fuentes: Prensa FM GENTE y Diario Correo de Punta del Este
fotos: Alfredo Etchegaray y Horacio Maglione