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“En el formato del curso con pasantía, los adolescentes integran saberes previos al mundo laboral. En algunos casos hay chiquilines muy bien formados, con hábitos de participación y cumplimiento de horarios acordes a un empleo formal, pero otros requieren una preparación práctica. La teoría y la práctica se vinculan inmediatamente”, explicó a FM Gente el coordinador de la Unidad de Educación y Trabajo de INAU, Andrés Menéndez.

Reparar muebles, ordenar depósitos y archivos, crear o mejorar jardines, o retocar paredes afectadas por humedades en diferentes hogares de INAU, es parte de la tarea que realizan los diez jóvenes inscriptos en el nuevo Curso de Arreglos y Mantenimiento.

La enseñanza, que postula la aplicación de teoría y práctica en forma simultánea, otorga al participante herramientas para manejarse en el mercado laboral y también en sus propios domicilios, indicó el coordinador.

La capacitación también incluye talleres sobre desarrollo humano (sexualidad, salud y recreación, etcétera), además de charlas grupales y plenarios donde los adolescentes exponen sus metas personales e intercambian ideas sobre la forma de alcanzarlas.

SALARIOS COMUNALES

El curso comenzó el 1º de julio y se extenderá por cinco meses, a razón de 20 horas semanales. Se desarrolla por convenio con la Intendencia de Maldonado, que aporta los salarios ($ 5.500 nominales para cada joven) para las pasantías. Se trata del mismo sistema de Jornales Solidarios, en este caso administrados por la organización Beraca.

Así, durante cinco días a la semana los chicos aprenden mientras trabajan. Un sexto día es destinado a la capacitación transversal, con los talleres y charlas, además de reuniones de evaluación sobre cumplimiento de horarios y metas, explicó Menéndez.

El curso se dicta de 8:30 a 14:30 horas, para no entorpecer los estudios formales de algunos participantes. “Todos los chiquilines presentan una situación de vida compleja pero también tienen en común las ganas de aprender y ser parte del mercado laboral. Algunos están bajo el sistema de protección integral de INAU, viven en los hogares de la institución, y otros llegan de otros puntos de la capital con historias de vida muy fuertes, que los habían alejado tanto de la formalidad tanto en el ámbito educativo como laboral”, destacó Menéndez.