Facebook Twitter WhatsApp

La interacción y articulación entre el Estado y la Academia es un desafío y una oportunidad para mejorar y preservar la calidad del agua en Uruguay. En ese sentido, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), y la Universidad de la República, convocaron a la VI Jornada de Geociencia, que se realizó el viernes 4 en Maldonado.

La actividad fue organizada por el Centro Regional Este (CURE) de la UdelaR y en esa instancia el director nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, destacó que para el Gobierno el tema agua es una “prioridad desde el primer día”. Señaló que “el país ha llegado a la madurez suficiente para asumir que tenemos un problema con el agua y que para abordarlo necesitamos un trabajo articulado desde diferentes ámbitos, el gobierno local, la academia y los diferentes niveles del gobierno central”.

Resaltó la importancia de trabajar junto a la Academia, y en este caso, contar con su apoyo en Maldonado.

Con respecto al agua potable en Maldonado, Nario dijo que se viene trabajando para esta temporada de manera exhaustiva junto a la gerencia de OSE, el CURE, la Base Aeronaval para generar un protocolo de vigilancia que detecte la floración de algas.

En ese sentido, se realiza un vuelo cada dos días sobre la Laguna del Sauce y se toman muestras de tierra para estar preparados, en caso de que se deba actuar.

Nario aclaró que se debe separar la calidad del agua y la capacidad de potabilización que tiene el país. En cuanto a la calidad del agua reiteró que se trabaja permanentemente porque “tenemos un problema nacional que debemos enfrentar entre todos”. Con respecto a la potabilización dijo que el aumento de las actividades agropecuarias, industriales y turísticas provocan un incremento en los nutrientes que a su vez generan la floración de algas que conllevan toxinas por su propio mecanismo de defensa.

Las medidas que se están tomando coordinadas con la intendencia de Maldonado en este caso, incluyen la recorrida diaria de dos personas por el entorno de la Laguna del Sauce. “Hay que tener claro que el fósforo no desaparece de un día para el otro, pero trabajamos para que no se haga irreversible”.

Hay una multiplicidad de factores que inciden como el clima, que entre otras cosas trae episodios de varios días sin lluvia, agregó. Eventos como este tienen un tiempo —no se dan de forma permanente— y necesitan de la vigilancia para que la OSE sepa anticipadamente que tendrá un problema y empiece a dosificar el carbón activado en el agua, según el protocolo de vigilancia.

Nario recordó que existe una batería de medidas que se llevan adelante junto a la Comisión de Cuenca, como las denuncias o la concientización de los productores.