El dirigente del gremio que nuclea a los guardias privados de seguridad (UNATRASE), Marcelo Tangreda, estuvo en Maldonado para interiorizar a sus pares sobre las últimas medidas tomadas por el Ministerio del Interior para los guardias bancarios. Lamentó que un trabajador haya muerto para que se concretaran reclamos de larga data.
Tangreda explicó que la obligatoriedad de utilizar chalecos antibalas es uno de los logros más importantes. Remarcó que el propio ministro Eduardo Bonomi dio indicaciones para que todo guardia que esté dentro de la sucursal bancaria –no aquel que está dentro de la garita con vidrios blindados- tenga que usar este implemento de seguridad.
Por otra parte, el dirigente sostuvo que las condiciones laborales a nivel bancario y no bancario “no son de las mejores”. A modo de ejemplo, dijo que las armas “no son controladas debidamente” y que las balas “tienen mucho más de los seis meses” que deben tener para ser eficaces. “En algunos casos son condiciones muy malas”, afirmó.
Tangredo remarcó, asimismo, que los guardias son “la primera barrera entre el delincuente y el cliente”. No obstante, aclaró que su función es netamente persuasiva, ya que la normativa le impide disparar un arma en caso de tener que defenderse.
Las nuevas disposiciones en materia de seguridad bancaria y condiciones laborales de los guardias se resolvieron tras la muerte de Luis Alberto Moreira Medeiros, de 44 años, guardia ejecutado el martes 10 por dos delincuentes que intentaron asaltar la sucursal del Discount Bank en el barrio montevideano Goes.