La Licenciada en Trabajo Social e integrante de la Unidad Asesora de Políticas Sociales de la Intendencia de Maldonado se refirió este viernes a las situaciones de abuso en niños; la explotación sexual de adolescentes y el relacionamiento de los jóvenes con su familia.
En diálogo con la Página Central de la Revista de FM GENTE, Mercedes Velázquez se refirió a las situaciones de violencia y abuso que sufren niños, niñas y adolescentes, y enfatizó en la necesidad de realizar la denuncia frente a la sospecha o testimonio de alguna situación de esa índole.
“Se puede llamar anónimamente a la Línea Azul: 08005050 o *5050, que inmediatamente se advierte a INAU nacional y ellos viajan al departamento que corresponda para hacer la investigación a esa familia y evaluar cuál es la situación de riesgo”.
Asimismo, Velázquez aseguró que después de la pandemia se incrementaron las situaciones de violencia y abuso, debido a la prolongada permanencia de los menores en sus hogares familiares.
“Esas situaciones son en el ámbito del hogar, con personas conocidas que nos tienen que proteger y amparar, no suceden con el vecino de al lado”.
En ese sentido, remarcó la importancia de los referentes académicos y deportivos, a los que se debe brindar protocolos y herramientas para que puedan pesquisar y evaluar riesgos sin quedar expuestos.
“Los niños tienen clarísimo a quién le pueden contar las cosas. Tenemos que generar esa cuestión cálida y que el niño sienta que es posible contármelo porque yo no lo voy a juzgar. Siempre es importante creerles”.
Por otra parte, Velázquez afirmó que muchas veces los niños no se expresan debido al temor y a la asimetría de poder que poseen frente a los adultos.
“Es imposible que un niño o niña pueda mentir sobre una situación de abuso, pero es tanto el miedo que sufren que a veces no se entiende por qué se cuenta mucho después. La cuestión es que se dice cuando se puede”.
Con respecto a la explotación sexual en adolescentes, subrayó que Maldonado posee la particularidad de ser un departamento turístico lo que implica que las situaciones de riesgo sean mucho mayores y que la necesidad de prevenir sea fundamental.
“Un adolescente hasta que tenga 18 años es menor, si lo exploto de manera sexual y comercial es un delito”. En esa misma línea, remarcó que por más que el adolescente esté en situaciones de riesgo es un menor y el código penal lo ampara.
Finalmente, Velázquez aseguró que a los adolescentes les cuesta interaccionar con sus padres porque sienten que no los escuchan y que se deben implementar políticas públicas y sociales que acompañen los cambios culturales.
“En países de Europa les han sacado los celulares a los adolescentes cuando ingresan al liceo y eso redujo las situaciones de violencia en un 60%. Pero estamos poniendo el problema en los gurises y el problema somos los adultos”, concluyó.