El Liceo Nº 4 de la ciudad de Maldonado envió los nombres de 25 alumnos a la Justicia para que esta determine si sus familias están incumpliendo con la Ley de Educación, que establece la enseñanza obligatoria, dijo el director de la institución, Angel Ramos, en entrevista con FM Gente.
Ramos hizo cuestión fundamental que las instituciones de enseñanza secundaria tomen como prioridad mantener a los muchachos en los liceos. Señaló que la tasa nacional de deserción es del 40%. Afirmó que uno de cada dos alumnos que repiten un año, al año siguiente no vuelve al liceo. Y de los que vuelven, dos de cada cinco abandonan durante el año.
Aseguró que debía decir “con mucha tristeza, que este año hemos subido (el Liceo Nº 4) la tasa de deserción estudiantil a 1,2%, contra un 40% a nivel nacional”.
Sostuvo que el secreto es establecer un código de comportamiento y reglas que regulen toda la actividad, con preceptos conocidos y aceptados por los muchachos y las familias. Pero, admitió que no toda la situación es idílica.
Afirmó que sabe que hay alumnos del liceo que salen a delinquir con sus familias, que viven en la calle, que tienen situaciones familiares y sociales muy complejas, pero que se aferran a su pertenencia al liceo que expresan no desertando.
Aseguró que muchos de estos muchachos, que son problemáticos, aceptan con absoluta normalidad cuando un adscripto o un docente les habla fuerte o les exige. También señaló que cuando algún muchacho está faltando se solicita al policía comunitario que visite a la familia para notificarla.
Explicó que parte del fenómeno de la deserción a nivel nacional son las malas condiciones edilicias que tienen las instituciones, y el hacinamiento. Explicó que Salto, que tiene el quinto lugar de concentración metropolitana, y Paysandú el séptimo, tienen siete y ocho liceos respectivamente, mientras que Maldonado, que está tercer de concentración de la población en los centros urbanos, tiene cinco.
Indicó que el año pasado pasaron de 800 a 1.200 alumnos, lo que implica que a la hora de la salida o de la entrada hay 1.000 muchachos concentrados en los alrededores del liceo y, sin embargo, no verifican incidentes más allá de los normales en cualquier época.
Cuando se constata algún hecho de violencia de muchachos con el uniforme liceal puesto, inmediatamente son suspendidos. Ramos se mostró conmovido cuando indicó que parece mentira que aun a los muchachos con características más problemáticas, el liceo les inspira respeto por los valores que en él reciben.
Explicó que el Liceo 4 no tiene rejas perimetrales, sino plantas, que sus salones son mayormente vidriados y no hay graffitis, que la gente pasa y ve a los muchachos en una convivencia normal.
Pero detrás de esa normalidad, dijo que hay otras complejidades. Pese al incremento del alumnado de casi un 60% de un año al otro, el liceo sigue con las mismas carencias.
"En los recreos salen 500 muchachos a los patios, promedio que son 250 muchachos y 250 muchachas que deben ir en algún momento a dos baños, cada uno de los cuales tiene sólo tres inodoros. Pese a ello no viven incidentes más allá de los que podrían ser normales en cualquier época", dijo.
Afirmó que el uso del uniforme es obligatorio para todos los alumnos, y que el liceo cuenta con prendas para completarlo para aquellos muchachos que no puedan o no hayan ido un día con la vestimenta común completa.
Pese a ello ha recibido padres que se quejan que sus hijos pasan frío con el uniforme, o que no quieren usar tal o cual prenda. El director les responde que el uniforme es de uso obligatorio para todos, y es por ello que se tienen prendas para asistir a quienes tengan alguna dificultad para completarlo. Pero cuando la familia se manifiesta impotente para imponerle la disciplina al muchacho, ya ese es un tema que trasciende a lo que pueda hacer el liceo por ellos.
Ramos aseveró que en el Liceo 4 no existe el bullying (sistema por el cual varias personas acosan y someten a violencia a una o a una minoría). Dijo que existen las diferencias que hubo siempre entre alumnos, “en la mayoría de los casos por las muchachas o las novias, que tú la miraste así, o de esta otra forma”, pero no pasa de ahí.
"Antes se decía qué te enseñaron en el liceo, para establecer lo que estaba bien", dijo Ramos, pero advirtió que hoy esa frase ya no se siente sino en un tono cuestionador de lo que se aprende en el liceo. Aseguró que antes ingresaban siete de cada 10 escolares al liceo, y que hoy lo hacen nueve de 10, lo que sugirió como señal de que la enseñanza de hoy es más efectiva.
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