La madre y el hermano de la joven denunciaron fallas en el sistema judicial y piden que no haya más víctimas.
En la Plaza San Fernando, familiares y amigos de Milagros Chamorro, la joven de 30 años que se suicidó el pasado viernes, realizaron una sentada colectiva para mostrar su apoyo a su familia y exigir justicia. Laura, madre de Milagros, expresó su dolor y frustración: “Ya nadie nos la va a devolver, pero por lo menos dejar claro que falló el sistema judicial, la fiscalía, los juzgados, como todos le fallaron y le cerraron las puertas. También le falló la mutualista, la salud mental, y la falta de un psiquiatra”.
Laura destacó el esfuerzo de su hija, quien “golpeó tantas puertas por mucha gente y como no lo logró para ella. No sé si es posible que la causa se reabra ahora que ya no está. No he hablado con ningún abogado, solo sé que nadie me la va a devolver”. Su deseo es que “no le pase a nadie más. Que no haya otra madre llorando porque le dieron la espalda”.
Sebastián Chamorro, hermano de Milagros, también tomó la palabra. “No tenía pensado hablar, pero viendo el marco de respeto que hay me paré para dialogar”. Sebastián afirmó que “justicia para Milagros no la va a haber porque ya no hubo”. Recordó que su hermana “era una persona que estaba dedicada al trabajo social. Estaba estudiando una maestría en eso”.
Explicó que “se habló con abogados y no hay forma de reabrir el caso. Ya prescribió. La mayoría eran menores, solo uno era mayor. Ahora sin el testimonio de Milagros no hay opciones”. Compartió que la familia se enteró hace dos años de los hechos ocurridos cuando ya habían pasado 12 años.
“Milagros se encontró con una conocida que le hizo recordar ese momento. Durante muchos años después le hacían bullying. La veían en la calle y ella tenía que doblar porque le hacían con la mano el número cinco (la cantidad de personas que la habían violado)”. Sebastián lamentó que “Mili lo habló muy tarde”.