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Severo dijo sentirse muy especial por estar en Punta del Este como homenajeada, mientras resaltó que también es importante llegar con este film, el cual “tiene una personalidad lírica y poética, además de un lenguaje cinematográfico especial”. En ese sentido, añadió que “tiene una fina sensibilidad y para mí la historia siempre es lo más importante a la hora de interpretar un personaje”.

Por su parte, Ristum dijo que la película “está relacionada con mi visión general sobre la humanidad, una imagen realista de lo que es vivir en una ciudad grande”. La definió como “pesimista” y agregó que quizás sea un poco desalentadora pero al final se intenta buscar un hilo de esperanza: “Siempre hay fe pero lo que está pasando en el mundo va de acuerdo con lo que se intenta reflejar en la película”.

Respecto a eso, Severo agregó que “hay diferentes historias y en muchas de ellas, al final triunfa el amor”.

La actividad fue propicia para hablar de la realidad política y social que vive ese país. El director manifestó que “la película tiene que ver con cuestiones personales pero finalmente coincidió con lo que está sucediendo en Brasil donde prima la intolerancia, y la falta de escuchar y mirar al otro”.

Por último, la actriz protagonista indicó que espera que el cine y la cultura ayuden a reflexionar, alertar y pensar aunque reconoció que “es complicado porque la sociedad actual busca ver otra cosa, no quiere ver la realidad”. Ambos coincidieron en que de todas formas se debe continuar contando este tipo de historias porque “si les llega a unos pocos, ya es un éxito”.

El sonido del silencio

La película vincula una serie de historias que se interconectan a modo de mosaico urbano de una colosal orbe como es San Pablo. Plantea una mirada atenta, que se desplaza por la gran ciudad y sus anónimos habitantes, quienes están en tensión, luchando por su supervivencia, y resignados con el destino que les tocó vivir. En esta realidad, los sentimientos y las emociones pierden su significado original, consumidos por la urgencia de nuevos valores. Un eclipse lunar puntualiza los cambios en la vida de estas personas, conformando un diseño variado y de fuerte impacto. Entre los varios personajes de esta obra coral, asoman un empleado de un call center, una madre soltera a punto de perder su trabajo, otro hombre con múltiples actividades y un hombre mayor con problemas de salud y apasionado por la música. Con sutileza el director va armando este en- tramado que permite despegarse de lo cotidiano para convertirse en una radiografía social y en un testimonio sobre la soledad y la desesperanza.

Elenco: Marieta Severo, Ricardo Merkin, Stephanie de Jongh, Arlindo Lopes, Marina Glezer, Marat Descartes, Claudio Jaborandy, Nicola Siri, y Augusto Madeira.

André Ristum

Nació́ en Londres, creció́ en Roma y desde 1996 vive en Brasil. Estudió Cine en la Universidad de Nueva York-SCE en 1997. Empezó a trabajar en la industria cinematográfica en el año 1991, y en 1995 fue asistente de dirección de Bernardo Bertolucci en Belleza Robada. Desde 1998 realizó varios cortometrajes y documentales premiados. En 2011 lanzó Mi país, su primer largometraje de acción y en 2014 realizó El otro lado del paraíso (presentada en el Festival de Punta del Este). La voz del Silencio es su tercer largometraje.