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Bolsas con alimentos, ropa y calzado comenzaron a acumularse esta mañana en el hall de FM Gente, apenas minutos después que un equipo de la emisora apostado en La Capuera describió algunas formas de vida de los habitantes y se emitieron algunos testimonios. Desde todos los barrios de Maldonado, llegan personas de a pie o en vehículos para colaborar.

Eli, una mujer, que vive en una choza en medio del monte, confesó que hoy no comió ni comerá nada. En su pieza de tres metros por cuatro -oscura, de piso de barro, paredes de madera y techo de nailon- sólo hay un camastro. Ni sillas, ni mesa, ni ollas.

Tiene familiares en San Carlos, pero se limita a decir que prefiere estar lejos, que le "da vergüenza" pedirles ayuda. Aseguró que sólo percibe una pensión, que en realidad corresponde a su hija mayor, paciente psquiátrica que en estos momentos se encuentra internada.

Jonathan tiene diez años, once hermanos "independizados" y un padre con antecedentes penales que no consigue trabajo. Calza 32 pero lleva unas botas amarillas, de las que se emplean en la construcción, casi diez talles más grandes.

Betty maneja un templo evangélico, llora permanentemente mientras narra las penurias de sus vecinos, que no puede paliar por falta de recursos. Reclama apoyo de la Intendencia para armar un merendero, pero desde la comuna le contestan que si no hay infraestructura no pueden darle los alimentos.

La mujer admite que muchos padres, beneficiarios de planes del Ministerio de Desarrollo Social, no destinan el dinero a cubrir las necesidades de los hijos. Los niños, en tanto, canjean o venden los alimentos de las canastas para cubrir otras necesidades. Pero llora porque, está claro, "los niños no tienen la culpa" de las acciones de sus padres.

Se estima que en La Capuera viven actualmente unas 3.600 familias de distinta condición social, económica y cultural.Se mezclan situaciones como las narradas, con fincas muy bien construidas por quienes con sacrificio han adquirido terrenos y logrado la casa propia. Comercios, peluquerías, pequeñas tiendas están salpicadas a lo largo de toda la zona, donde además, ya está en marcha la construcción de una escuela pública.

En los montes naturales, es donde se esconde una realidad más cruda como la narrada anteriormente.

La extrema pobreza de algunos habitantes de La Capuera había sido denunciada la semana pasada por los ediles colorados Francisco Sanabria y Eduardo Elinger. El hecho derivó en polémica, cuando respondieron autoridades de Políticas Sociales de la Intendencia de Maldonado, y del municipio de Piriápolis, que tiene jurisdicción en esa zona. (leer "Polémica por situación social en La Capuera" - viernes 19.08.2011)