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Aunque B.M negó ser un trabajador sexual, la Policía logró establecer lo contrario y también determinó que la muerte del cordobés Horacio Sebaste, de 59 años, se debió a la relación que mantenía con quien sería su matador.

Durante la segunda reconstrucción del crimen, realizada ayer lunes por la tarde en el apartamento 703 del edificio Siglo Sol, en la Parada 3 de Punta del Este, B.M narró con frialdad que golpeó al argentino hasta su desvanecimiento y usó cloroformo que había adquirido para "dormirlo".

Aunque el joven insistió en que lo atacó para defenderse de Sebaste, quien insistía en sodomizarlo, la Justicia y Policía encontraron indicios de que B.M mató a su amante con intenciones de robarle el auto. De hecho, varios allegados al joven contaron a FM Gente que, frecuentemente, “jeteaba” con que el padre le regalaría un Citroen C4 que venía de Argentina.

Él mismo llevó el cloroformo con el que asfixió al argentino en torno a las 22 horas del sábado, según determinó la pericia forense. Después de dejarlo exánime en el apartamento 703, tomó las llaves del anhelado auto y se fue a pasear por Montevideo.

Regresó a la madrugada del domingo, cerca de las 4:00, para retirar el cuerpo. Lo cargó en el vehículo y pretendía abandonarlo en algún punto la costa, cuando fue interceptado casualmente por la Policía. El resto es historia conocida.

Las fuentes enfatizaron que, en todo momento, B.M se mostró tranquilo y controlado en sus declaraciones. Calculador, incluso, cuando le preguntó a la jueza Adriana Graziuso si podría salir en libertad pagando fianza. “¿Por qué no? Hace unos días un argentino que mató a una persona en un accidente de tránsito lo hizo”, argumentó el joven, ante la atónita mirada de la jueza.

Desde luego, la iniciativa del homicida no tuvo andamiento. Deberá cumplir al menos 15 años de reclusión en el Centro de Rehabilitación de Las Rosas.

(fotogalería: reconstrucción en edificio Siglo Sol / por Marcelo Umpiérrez)