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El hombre mayor de edad y otro menor habían sido detenidos en Punta del Este en la mañana del 1 de enero tras arrojar botellas contra policías que dispersaban una aglomeración en la que participaban.

Ese día la policía había emitido varias exhortaciones para disuadir la aglomeración pero los participantes hacían caso omiso por lo que se resolvió intervenir para disuadir y disgregar.

Fue que entonces algunos integrantes del grupo, que se ubicaban en la Rambla y calle 25, comenzaron a arrojar botellas y otros objetos contra los policías y funcionarios de la Intendencia.

Tras la detención, la fiscalía ordenó la liberación y emplazamiento para este lunes.

La Dra. Carolina Dean dijo a FM GENTE que se ordenará a la policía que los conduzca en una fecha aún no determinada y que podría ser luego de que finalice la feria judicial mayor.

DETENIDOS DE PARADA 3
Por otro lado, la fiscal de 4º turno, informó también que los dos hombres que fueron detenidos en el entorno del muelle de parada 3, el mismo 1 de enero y tras un incidente con dos efectivos de prefectura, quedaron en libertad.

De acuerdo a lo explicado por la fiscal, ese día dos efectivos de prefectura que estaban en su día libre radicaron denuncia contra dos integrantes de un grupo de alrededor de 14 jóvenes que estaban en esa zona de playa.

Supuestamente uno de ellos había proferido amenazas con una pistola Glock en medio de un incidente con los marinos de civil.

Tras el aviso a prefectura, dos individuos del grupo terminaron detenidos, entre ellos quien tenía el arma en su poder.

La Dra. Dean informó que el grupo de jóvenes, cuyas edades promedio rondaban los 20 años, se habían alojado en un hostel de la zona y que luego de abandonar el alojamiento se habían dirigido a la playa. Explicó que ninguno tenía antecedentes penales y que tampoco portaban sustancias estupefacientes ni ningún efecto similar.

En cuanto al arma, su propietario tenía el porte correspondiente y la guía por lo que no se estaba incumpliendo con ninguna ordenanza y todo estaba en regla.

La fiscal tomó testimonio a los denunciantes, a los denunciados y al resto de jóvenes, como es de rigor, y también solicitó las filmaciones de las cámaras de video vigilancia.

Luego de reunir todos los elementos llegó a la conclusión que no se había incurrido en ningún delito por parte de los detenidos y que los hechos denunciados no se sostenían con las declaraciones de testigos ni de las imágenes recabadas por lo que el caso fue cerrado con la libertad de los dos jóvenes y sin consecuencias legales.




foto: Marcelo Umpiérrez