Tras la audiencia de formalización realizada en la tarde de este sábado la justicia determinó la medida cautelar de prisión preventiva por 30 días para S.R.P. imputada por un delito de tentativa de encubrimiento. Asimismo se dejó abierta la posibilidad de que fiscalía y defensa acuerden una instancia abreviada y que el caso de esta mujer no culmine en juicio oral. S.R.P. llegó a Uruguay para entregarle dinero a E.M., el hombre detenido en la pasada jornada en el Edificio Camaro. Sin embargo, el dinero nunca llegó a manos del hombre porque la policía lo detuvo cuando salió del edificio rumbo al encuentro con S.R.P.
S.R.P. es una vendedora ambulante de 49 años domiciliada en la Ciudad de México que declaró al Fiscal Rodrigo Morosoli que su hijo fue quien le habló de la posibilidad de realizar un viaje a Uruguay.
Más tarde, su hijo le mencionó que un amigo suyo, Daniel, tenía que ver con ese viaje y se produjo un contacto en México en el que ese individuo, acompañado por otros, cerraron detalles sobre la llegada a Punta del Este de S.R.P.
Esto sucedió, en los hechos, pocas horas antes de concretarse el viaje ya que entre el anuncio y el aviso de que se concretaba pasaron unas 24 horas. El día 7 le avisaron que la siguiente jornada se embarcaba.
S.R.P. declaró no saber cuando se embarcó a qué venía a Punta del Este aunque reconoció que en determinado momento pensó que "estaba en algo raro".
Respecto a este punto el Fiscal explicó que a poco de salir de México la mujer comenzó a recibir órdenes, vía celular, de la persona que identifican como Daniel. Con precisión le fueron indicados los pasos que tenía que seguir.
Si bien tras detenerla se especuló que esta mujer sería quien recibiría las joyas por parte de A.C. (la joven detenida en el Edificio Camaro), en la audiencia de este sábado se supo que el único cometido del viaje de la vendedora ambulante era entregarle en mano dinero para que la pareja se cambiara de apartamento y seguir, "fondeados", esperando las directivas de qué hacer con el botín. En México, los líderes del golpe, habían decidido que realizarle un giro a E.M. implicaba un alto riesgo puesto que podía significar su arresto instantáneo.
La mujer tomó un vuelo de la empresa Copa, con escala en Panamá, el viernes y arribó a la terminal de Carrasco a la 1.30 de la madrugada del sábado. Desde allí se dirigió al hotel Howard Johnson Carrasco, ubicado a 5 kms del aeropuerto.
En el hotel se alojó hasta horas después cuando fue hasta el centro comercial ubicado al ingreso del Hipermercado Geant y en un local de telefonía adquirió un chip uruguayo para celular.
Desde ese lugar volvió al Aeropuerto donde cambió dinero y compró un pasaje de Copsa hacia Punta del Este.
A esta altura, su contacto le había enviado varios mensajes reprochándole la demora en arribar a Punta del Este y remarcándole que estaba retrasada, según narró el fiscal Morosoli.
Al mismo tiempo, en el celular incautado a E.M. hay mensajes que éste recibió desde México que prueban que el mismo hombre, Daniel, le avisó de que una "vieja" le llevaría dinero y luego le fue informando de la ubicación de la mujer a medida que ésta se acercaba a Punta.
Una vez arribada al balneario, S.R.P. se dirigió a un local que operara con Western Union y fue así que un cambio de la Avenida Gorlero, cercano a la terminal de buses, concretó el cobro de dos giros: uno por 985 dólares y cuyo remitente desde México es David Torres Rodríguez y otro por 1.491 dólares enviado también desde México por Casael Humberto Bernal García. La mujer guardó los recibos de cobro de ese dinero y cuando fue detenida la policía los encontró entre sus efectos. Los nombres que figuran en estos giros son investigados para establecer si son falsos o responden a quienes podrían, en México, estar directamente vinculados a este robo.
Tras cobrar el dinero S.R.P. estaba, finalmente, en condiciones de encontrarse con E.M. y así acordaron, siempre a través de Daniel, verse en las cercanías de la terminal de buses de Punta del Este.
Sin embargo el encuentro y la entrega del dinero nunca se concretó porque al salir del Edificio Camaro, E.M. fue interceptado por la policía y arrestado en el lugar.
Del relato en la audiencia no surgió cómo se enteraron en México de esta detención o si S.R.P. lo supo pero en su teléfono hay mensajes en donde le ordenan que rápidamente abandone el balneario con rumbo al aeropuerto y se vaya del país lo más rápido posible.
De esta forma S.R.P. vuelve a embarcarse y de vuelta en Carrasco compra, al contado, un pasaje en Copa para volver a Ciudad de México, vía Panamá. En virtud de las alertas emitidas por las autoridades, y tras comprobar que la misma mujer mexicana que había llegado horas antes ahora pretendía irse, desde la compañía aérea se dio el aviso a Interpol.
S.R.P. fue arrestada entonces al tratar de abordar en Carrasco y luego trasladada a Maldonado adonde quedó detenida a disposición del Fiscal Morosoli.
Esta mañana declaró en fiscalía y luego fue llevada al Palacio de Justicia.
El Fiscal sostuvo que si bien la mujer no llegó a concretar la entrega del dinero, esto se produjo por un factor ajeno a ella (la detención de E.M.) y dijo que estaba demostrado y comprobado (por toda la documentación, recibos, mensajes de celular, etc) que había cumplido con todas las órdenes y pasos tendientes a alcanzar su objetivo.
Esto hizo que Morosoli solicitara la imputación del delito de encubrimiento pero el Juez no compartió el criterio y en esta instancia resolvió en base a tentativa de encubrimiento.
Al igual que en el caso de los otros 14 detenidos se valoró que había riesgo de fuga por lo que todas las partes acordaron en que S.R.P. cumpla con prisión preventiva. El fiscal pidió 90 días, la defensa 30 y finalmente el Juez hizo lugar al pedido de la Dra. Alicia Magnani.
Asimismo, tanto defensa como fiscalía y juez manifestaron en distintos momentos que queda abierta la posibilidad de un acuerdo para abreviar el proceso en este caso si no se complica la situación de S.R.P. en las próximas horas y tras interrogatorios que llevará adelante Morosoli, por ejemplo.
En definitiva, el papel de S.R.P., si no se la vincula con otras aristas o elementos del caso, se define como secundario y la mujer es otro eslabón de esta operación montada desde México por una organización con múltiples recursos.
Aún resta mucho para investigar y hay varias líneas de trabajo en virtud de los elementos y la información que surge tras las detenciones que se han concretado.
Una de las incógnitas que no se han despejado hasta el momento, y tal vez nunca se sepa, es cómo pensaba la organización sacar las joyas del botín ya que quienes las tenían en su poder debían permanecer más días en el balneario y esperar órdenes.
La policía sigue buscando, además, a los dos mexicanos que conformaron la banda que llegó hasta la joyería, al hombre que acompañó a E.M. a la reunión de Plaza México y a otro hombre vinculado al caso.