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“Este año está llegando mucha gente nueva, gente con buenos autos, familias paseando muy despacito por la rambla sacando fotos, lo que hace pensar que está viniendo otra gente” a Punta del Este, dijo García Santos. Agregó que la hotelería estaría trabajando con su oferta completamente tomada, según su propia experiencia de los últimos días procurando alojamientos para conocidos y clientes. “Lo mismo pasa con los restaurantes y lugares tradicionales” del balneario, advirtió.

Pese a ello no se atrevió a decir que esto esté indicando que Punta del Este vive un escenario mucho más favorable que el año pasado. “Yo creo que (la actual) es una temporada que va a tener ciertas dificultades”. Dijo que la gente que concurre y hace Punta del Este desde hace 15, 20, 30, 35 años, “va a venir normalmente”. No les va a pesar las dificultades que sobrevuelan la temporada, como la pérdida de conexiones aéreas del país con la región y el resto del mundo, como la apreciación de la moneda, como el acuerdo de intercambio de información fiscal entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, como la apreciación del peso respecto al dólar.

“Sin duda alguna nos ha creado problemas” la pérdida de conexiones aéreas con la región y el mundo, aseguró García Santos. Relató que en los últimos días constató personalmente en Curitiba, Brasil, que los que podrían ser los clientes habituales y potenciales para Punta del Este, este año no vendrán. “Si viajan en avión tienen un tiempo similar al que pueden tener yendo a Miami, por las conexiones, tiempos de vuelos, y eso va a resentir la llegada de ese turismo esta temporada”, explicó. Recordó que Pluna aseguró más de 2.000 personas la temporada pasada, y que en la actual no estarán. Por ello el esfuerzo público-privado para ofrecer el principal balneario uruguayo en Brasil se concentró de Porto Alegre al sur.

Afirmó que este año se está registrando mucho contrato directo de alquileres entre los propietarios y los clientes que saltean la gestión y asesoramiento a las dos partes de las inmobiliarias. Dijo que el dato surge de información que él ha recogido en estos días.

Aunque estimó que la oferta actual de Punta del Este tiene precios competitivos para la calidad de servicios que ofrece el balneario, reconoció que el atraso cambiario en Uruguay se ha convertido en un problema serio a enfrentar. “La evolución (a la baja en pesos) que ha tenido el dólar no sólo perjudica a la actividad inmobiliaria, sino a la construcción”. Llamó la atención que la mayor pérdida de competitividad por tipo de cambio hoy se verifica con Brasil. “Eso se empieza a sentir”, expuso.

García Santos dijo que la colocación de edificios nuevos mantiene un ritmo muy fuerte. Un proyecto de edificio que contendrá 140 departamentos consiguió vender 80 de ellos en los últimos 45 días, lo que hace una tasa de colocación de más del 57%, con un sostenido interés de parte de los potenciales clientes. Del mismo modo reconoció que conoce tres proyectos que suspendieron su concreción a la espera de que se modifiquen las condiciones actuales. Personas radicadas en el interior de Argentina, y algunos uruguayos, componen el sector que está invirtiendo más en nuevos edificios en Punta del Este, dijo. El precio promedio de venta de edificios nuevos en el balneario oscila entre los 1.800 y 2.800 dólares el metro cuadrado, aunque anotó que hay propiedades que tienen un valor de entre 4.000 y más de 6.000 dólares el metro cuadrado.