Tres atracos cometidos ayer en tres horas, contra comercios establecidos de Maldonado, pusieron en alerta máxima a la policía. Los empleados incrementan las medidas preventivas para evitar a los delincuentes pero, según varios testimonios recogidos este viernes por FM Gente, no saben de quién cuidarse. El jefe de Policía, Eduardo Martínez, admitió a esta emisora que está preocupado por el tema pero aseguró que están “dándole con todo” para controlarlo.
En los comercios del centro de Maldonado el miedo es protagonista. En muchos casos se trabaja a puertas cerradas o entre rejas, por temor a los asaltos. Así se desprende de las entrevistas realizadas en negocios de diferentes rubros, varios que ya fueron visitados por los delincuentes.
En un local de productos de camping y turismo, dos empleadas dijeron que viven “con el corazón en la boca” desde que la semana pasada un hombre con pasamontañas las amenazó con un chuchillo y se llevó el dinero de la caja. Andrea contó que se sienten inseguras y que muchas veces trancan la puerta y asumen puestos estratégicos dentro del local. “Una queda atrás del mostrador y la otra se para atrás de la puerta” hasta que pasa la amenaza, comentó.
El problema es que cada vez tienen más miedo y cada vez se hace más difícil detectar el peligro. “El que nos robó estaba bien vestido. No sabés de qué cuidarte, no sabés a qué atenerte. Nos robaron a las 11:30, a pleno sol, lleno de gente en la calle, un hombre que no tenía pinta de asaltante”, explicó su compañera Nadia. “Entra un hombre y puede estar bien vestido o no y uno está con el corazón en la boca, porque no sabés si esa persona en el momento de pagar te va a pagar o te va a pegar o amenazar para robarte. Cada vez que entra un hombre a comprar, nos da miedo”, graficó la otra empleada.
En otro negocio ubicado enfrente, la empleada pensó muy bien antes de abrir la puerta al barbado cronista, que llegó con medio rostro tapado por una bufanda. “Empecé a cerrar la puerta porque me da miedo. Pasan caras mirándote raro y varias veces. No es bueno para el negocio, pero prefiero estar segura. El centro no está seguro”, dijo la mujer.
LO QUE HAY QUE HACER
Ninguno de los empleados consultados supo decir qué es lo que se puede hacer para evitar estas situaciones. Al principio todos piden más agentes policiales en la calle, mayor vigilancia. Pero enseguida se dan cuenta de que, justamente en el centro, los policías “pasan cada cinco minutos”, “están todo el tiempo”, “siempre llegan rápido”, “están”.
Una mujer sugirió que la Policía intensifique los controles sobre las personas que parecen sospechosas o que andan desaliñadas en el centro. “No es discriminación, es cuidarnos más a todos. Que pidan documentos, que molesten, que molesten y que molesten”, consideró.
Otra estuvo de acuerdo con la idea: “Si nos paran un montón de veces para pedirnos los documentos de la moto cuando uno va a trabajar, que le pidan los documentos a esos muchachos que andan con las caras tapadas por capuchas y bufandas y que se paran a mirar para adentro desde la vidriera”, opinó.
De todos modos reina la incertidumbre. Porque al mismo tiempo, todos admiten que no todos los ladrones cumplen con ese estereotipo. “La policía llega de inmediato, pero después que te roban los ladrones se infiltran entre la gente, porque no todos están mal vestidos”, dijo una empleada, a modo de ejemplo. En cualquier caso, hay pistas: “Cerramos cuando empezamos a ver caras feas. En el centro se ven caras feas muy seguido y cerramos la puerta a eso de las cinco de la tarde. De mañana también”.
“DÁNDOLE CON TODO”
El jefe de Policía dijo esta mañana que la presencia policial en las calles se ha incrementado desde hace varios días, cuando comenzaron a advertir las crónicas policiales en los medios locales y “en conversaciones con colegas de otros departamentos”. “Eso nos hizo pensar que algo podría venirnos a nosotros y en estos días hay más policías”, señaló Martínez.
“Estamos haciendo. Ayer vivimos una situación muy difícil. Hubo tres casos violentos y fue una situación atípica. Pero cualquier persona pudo apreciar los procedimientos que se llevan a cabo a través de los medios”, observó el jefe. Añadió que “el tercer jefe sigue trabajando en el tema con los oficiales”.
“Estamos preocupados y dándole con todo. No puedo mandar otro mensaje que este: la policía está volcada a la calle con intención de controlar la situación. No vamos a ocultar nada. Es una preocupación general que tenemos que superarla, porque no puede pasar algo como lo de ayer”.
Redacción: M.R.