Facebook Twitter WhatsApp

El doctor Garcé, dijo a FM Gente que la cárcel de Las Rosas tiene uno de los índices de hacinamiento más importantes en todo el país, “y además estoy siguiendo con mucha atención el tema del Pabellón Femenino. Nuestra institución comenzó este mes un seguimiento especial en la cárcel de Las Rosas; vamos a estar llegando en forma semanal a partir del mes que viene para hacer una tarea de alguna manera de relevamiento, monitoreo, seguimiento”.
Garcé reiteró que hablar de hacinamiento, es referirse a “la madre de otros problemas”, porque implica falta de espacio para actividades laborales, educativas o recreativas, y malas condiciones de higiene, entre otras cosas. Afirmó que por el momento, la tendencia del año pasado en la cárcel de Maldonado y en otras se mantiene incambiada, frente a unas 6 o 7 cárceles que van por mejores caminos, incluso con comisiones de apoyo que han logrado muy buenos resultados.
“Hay cárceles donde por no existir hacinamiento y porque además hay una buena gestión; es decir mientras no hay una presión desmedida, una cantidad desmedida de internos, se puede hacer una gestión ordenada. Se puede clasificar a los internos en función de su condición de primarios o reincidentes, en función del delito que cometieron. Pero eso una dirección lo puede hacer cuando tiene las condiciones materiales para hacerlo”.
Insistió que los problemas persisten en Maldonado, Rivera y Comcar, y adelantó que las soluciones en Maldonado pueden ser de momento paliativas en tanto no surja una de fondo.
“En su momento habíamos recomendado al Ministerio del Interior que se transfirieran algunos internos de buena conducta hacia sus departamentos de origen; es decir si ha sido procesado en Maldonado alguien que tiene su lugar de residencia permanente en otro departamento y que tiene su familia allí y tiene buena conducta, no hay ninguna razón para que permanezca en Maldonado, más allá de que el expediente hasta que sea penado permanecerá en algunos de los juzgados letrados de Maldonado”, y subrayó que la salida de fondo es indudablemente la construcción de más plazas o una nueva cárcel. En estos momentos, el establecimiento está nuevamente en el entorno de los 500 internos, cuando originalmente fue construido para poco menos de 200.
Finalmente reconoció que lamentablemente la proyección que divulgó sobre el incremento de la población carcelaria en Uruguay para los próximos años, generó polémicas, pero que los datos están basados en estudios científicos. “Nuestra intención al plantear públicamente un escenario mucho más complicado que el actual no es hacer un vaticinio, no es buscar que eso ocurra sino exactamente lo contrario. De algún modo advertir sobre un crecimiento sostenido de la población recluida, desde la década de los ’90 hasta hoy. Yo estoy convencido de que si no se toman medidas de fondo, medidas en la raíz en este sentido; debe haber hay a corto plazo una política criminal distinta, porque Uruguay es considerado mundialmente y regionalmente uno de los países más seguros, y sin embargo la tasa de encarcelamiento aumenta y es una de las más altas del mundo”.