Disparo del dólar, altos costos laborales, conflictividad y un pago que no llegó por la central de ciclo combinado fueron el detonante.
La empresa Calpusa ya se presentó en la justicia pidiendo el concurso, pero aún la justicia no dio la luz verde y presentó observaciones.
Según la memoria explicativa presentada, a la que accedió FM GENTE, se da cuenta allí que la empresa Calpusa fue constituida el 24 de setiembre de 2009 y está representada por un único integrante del directorio, su presidente Alejandro Chertkoff, quien creó la empresa desde cero. Era capataz en CALPU.
Desde sus inicios, Calpusa comenzó con diversas construcciones, casas y edificios principalmente.
Con el correr de los años creció y concretó obras como la nueva terminal de granos del puerto de Montevideo, el nuevo Shopping de la Barra en Maldonado, 124 viviendas en el barrio de San Jorge en este departamento y 10 edificios de cierto porte.
También incursionó en la obra pública y construyó el mòdulo de visitas y el nuevo cerco perimetral del Comcar, así como nuevos módulos 10 y 11 del establecimiento.
Además 2 centros educativos en Maldonado, un gimnasio para la CDN en UTU y la escuela 230 en el Parque Roosevelt.
Según el documento al que accedió FM GENTE, la empresa se fundó con poco capital de giro y tuvo un crecimiento del 400% en su facturación en los últimos 4 años.
Sin embargo en pleno avance de las obras el costo de la construcción se duplicó en 5 años.
Los costos de los salarios en la construcción tuvieron un sensible incremento desde el año 2009.
Señala la memoria que luego de la promulgación de la ley de responsabilidad penal empresarial se incrementaron nuevamente los costos de la construcción y las empresas debieron asumir los costos para el cumplimiento de la misma.
La empresa, por otra parte, realizó decenas de obras sociales y fue ejemplo de responsabilidad social.
Fue así que realizó obras para los más necesitados en diversas oportunidades.
De hecho, hay personas incorporadas a su plantilla de trabajo entre las que figuran ex presidiarios o ex integrantes de INAU en situación de reinserción.
Debido a los costos relatados fue que la empresa tuvo la necesidad de tomar la medida de concurso.
La raíz del problema radica en el no pago de saldos pendientes de varis empresas, pero lo más complejo vino cuando, con motivo de la obra de ciclo combinado de UTE, a un valor de 20 millones de dólares, Hyundai subcontrató a Calpusa pero no le pagó más de 2 millones de dólares como había acordado.
Al dilatar los pagos la empresa, frente a los costos laborales, la alta conflictividad y otros temas, Calpusa se vio en una situación comprometida.
Utilizó su línea de crédito por 3,5 millones de dólares lo que perjudicó a la firma.
También pesó la diferencia de cambio del peso en relación al dolor, algo superior a lo previsto en el comienzo de la obra.
Cabe agregar que la empresa está al día frente al BPS, DGI y no tiene adeudos tampoco con los trabajadores.
Sin embargo el perjuicio que sufre por el no pago de Hyundai motivó la necesidad de presentarse al concurso.
La empresa Calpusa ya se presentó en la justicia pidiendo el concurso, pero aún la justicia no dio la luz verde y presentó observaciones.
La presentación se hizo el 13 ante el juzgado.
Así lo confirmo Bernardo Quesada, director-gerente de la Lideco, Liga de defensa comercial.
Foto: Archivo