Un joven que conducía una moto Vince negra que había sido robada circulaba alegremente por el barrio Kennedy, hasta que llamó la atención de la policía, la que lo detuvo por si las moscas.
Los policías, mientras retenían al joven y a la moto, hicieron averiguaciones sobre el rodado. ¡Bingo! Su pálpito se confirmó: el rodado había sido robada hacía no mucho de una vivienda en Cerro Pelado. Además de la moto, habían entrado a la casa de donde se alzaron, además, con una radio Mp3, un cuchillo de cacería y ropas diversas. Citaron al propietario de la casa robada, el que reconoció todos los bienes que había estado echando en falta los últimos días.
El joven, de 18 años, fue conducido a dependencia policial, donde se lo tuvo esperando, mientras se notificaba a la juez letrado de segundo turno, en cuyo tribunal recayó el caso. La juez ordenó a los funcionarios policiales que se dieran una vueltita en tren de allanamiento por la casa del joven. Una vez que un caso se plantea ante la Justicia, el magistrado toma a su cargo la indagación para confirmar datos, mientras que la policía oficia de brazo ejecutor de las disposiciones del juez.
Los funcionarios procedieron al allanamiento sugerido, e incautaron una serie de efectos que presumían eran robados. La determinación judicial procesó sin prisión al joven que identifica únicamente por las iniciales de sus nombres y apellidos C.S.A.V., por un delito de hurto.